El siete veces campeón del mundo volvió a ser piloto de F1 por un día y voz de referencia de la escudería de Maranello. Por tercera vez en cuatro meses, desde su retiro en 2006, el magnifico Michael Schumacher volvió a manejar una Ferrari, esta vez la F2008, para darle terminación al nuevo modelo que el equipo italiano presentará en el comienzo de Melbourne.Schumi se centró en el trabajo de puesta a punto y en la configuración del coche de cara a la primera carrera del año en Australia. Completó 83 vueltas y registró un
tiempo de 1m22s428.Por su parte el finlandés trabajó por espacio de 82 vueltas y fue 109 milésimas más rápido, con 1m22s319.
Pese a que el nórdico superó al heptacampeón en los entrenamientos, el total de kilometraje recorrido hoy por el legendario teutón y el ritmo de vuelta que ha impreso a lo largo de sus tandas, son una clara muestra de que la competición en este extraordinario piloto es eterna.
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