Hoy se ha puesto punto y aparte a una polémica abierta desde hace unos meses, cuando el ingeniero de Ferrari Nigel Stepney fue acusado de traspasar documentos secretos del equipo a Mike Coughlan, diseñador jefe de McLaren. Ambos pilotos se ofrecieron al equipo Honda para mejorar su actual situación, aunque el equipo nipón rechazó su oferta.
Sin embargo, la bomba estalló cuando Coughlan llevó a escanear y fotocopiar el dossier de Ferrari a una papelería en Woking, al lado de la sede de McLaren. El propietario, seguidor incondicional de la escudería italiana. Telefoneó a Maranello para informarles de la situación, y pronto Ferrari presentó una denuncia a McLaren por copiar los diseños del F2007 para construir y mejorar el MP4-22. Stepney fue despedido en el acto y Coughlan fue apartado del equipo.
La FIA quiso cortar de raíz el asunto y convocó hoy a Ron Dennis en París para decidir si la escudería anglo-alemana debía ser sancionada o no. Durante la vista, el equipo McLaren fue declarado culpable por poseer documentos de otro equipo. Sin embargo, a falta de pruebas concluyentes para demostrar que McLaren copió los diseños de Ferrari, el equipo de Ron Dennis no ha recibido ninguna sanción, pero sí una advertencia: si durante el resto de la temporada se muestran evidencia de que McLaren ha copiado algún elemento de otro equipo, será descalificado del campeonato 2007 e incluso no podrá competir en 2008.
En fin, final feliz para McLaren. Habrá que ver si Ferrari no interpone más demandas para desprestigiar a las balas de plata.
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