F1 - El mundo de la fórmula uno

El primer Gran Premio de Canadá se corrió haya por el año 1978, gracias a los grandes éxitos que estaba cosechando su piloto más mítico Gilles Villeneuve. De ahí en adelante, se decidió construir un trazado sobre lo que , durante la Exposición Universal de 1967 celebrada en Montreal, fueron las calles y los aparcamientos del recinto ferial en la isla de Notre Dame. Esta isla era artificial, construida con el aprovechamiento de los escombros procedentes de la construcción del metro de la ciudad.

Al fallecer Gilles Villeneuve, padre del piloto Jacques Villeneuve, en el Gran Premio de Bélgica de 1982, el circuito pasará a llamarse con el nombre del ídolo del automovilismo canadiense.

El Gilles Villeneuve es un trazado que combina la alta velocidad del primer tramo y el aspecto técnico de la zona virada. La aerodinámica de los monoplazas se debe configurar de modo medio-bajo, para que el vehículo pueda alcanzar una alta velocidad en la larga recta de meta que determina la zona rápida de la pista. Otro aspecto crucial son los frenos, ya que en este circuito se les exige el máximo rendimiento por las fuertes frenadas previas a las curvas y una horquilla y tras unas rectas muy rápidas. Las estrategias de equipo juegan un papel crucial debido al alto consumo de combustible y al gran desgaste de neumáticos. Además la pista presenta varios puntos propicios para realizar adelantamientos ya que los vehículos mantienen una buena tracción durante la mayor parte del trazado.

Especialmente espectacular es el tramo final de la recta del Casino, donde los monoplazas alcanzan fácilmente los 330 km/h, debiendo frenar bruscamente. Con ello se consiguen compactamientos de los grupos de coches que favorecen las maniobras de adelantamiento en una zona lenta del Gran Premio. Se trata de un circuito callejero ubicado en la isla de Notre Dame de Montreal. Por ello es un trazado ondulado que afecta principalmente a las suspensiones de los monoplazas.