Jarno Trulli es uno de los conductores más rápidos de la Fórmula 1. Conductor estrella de la escudería Toyota, Trulli vive en el ojo público del deporte del motor, donde goza de éxito tanto a nivel profesional como a nivel personal, del que cabe destacar su negocio del vino.
La mayor pasión de Trulli es el automovilismo, y a él ha dedicado su vida. Su paso por este deporte es ya legendario, sobre todo en las calificaciones, aunque también se maneja en plena carrera.
Él mismo comenta como empezó todo: " Tendría cuatro o cinco años cuando unos coches de Fórmula 1 llegaron a mi ciudad natal como parte de una demostración y allí estaba yo, deseando tocar y sentarme en esos coches. Fué mi primer contacto con la Fórmula 1."
"Mi carrera profesional en la Fórmula 1 empezó a los 22 años, con el equipo Minardi en 1997. Mi primera carrera fue a los mandos de uno de sus coches en el Gran Premio de Australia, y fué un gran momento para mí."
Desde entonces, Trulli, ha pasado toda una década dedicado al juego de las carreras de autos, probando los diferentes lugares de la victoria como son la pole, el podio. Pero también ha cosechado éxitos fuera de las pistas de carrera como esposo de Barbara y padre de sus dos hijos Enzo, de dos años, y Marco de 10 meses.
La vida familiar es el escape perfecto para desconectar de la Fórmula 1 al abrigo de su casa en St Moritz, Suiza. "Me encanta regresar a casa a relajarme con mi familia después de cada carrera", comenta Trulli.
Para Trulli la vida famliar se compagina con su otro negocio, el vino. "Mi región es rica en viñedos, tenemos una cultura y una pasión por el vino muy arraigada. Junto con mi padre comenzamos en el viejo negocio de mi abuelo. Es muy distinto de la Fórmula 1, y realmente disfruto con ello."
En el 2000, Trulli compró el viñedo de la región de Podere Castorani de Italia. Y aunque la competición lo aleja del funcionamiento contidiano de este negocio, se siente arropado por la ayuda de su padre. Han ampliado la producción de 18.000 botellas al año a 600.000, y en ese gran avance ha tenido mucho que ver la trayectoria de Trulli en el mundo de la Fórmula 1.
Otra de las grandes pasiones de Trulli son sus raices automovilísticas, como las de muchos otros pilotos de carreras, los Karts. Como parte integrante del equipo, Trulli sabe el importante papel que desempeñan sus mecánicos e ingenieros a la hora de que él mismo pueda cosechar éxitos. No olvida que su vida está en manos de ellos.
La mayor pasión de Trulli es el automovilismo, y a él ha dedicado su vida. Su paso por este deporte es ya legendario, sobre todo en las calificaciones, aunque también se maneja en plena carrera.
Él mismo comenta como empezó todo: " Tendría cuatro o cinco años cuando unos coches de Fórmula 1 llegaron a mi ciudad natal como parte de una demostración y allí estaba yo, deseando tocar y sentarme en esos coches. Fué mi primer contacto con la Fórmula 1."
"Mi carrera profesional en la Fórmula 1 empezó a los 22 años, con el equipo Minardi en 1997. Mi primera carrera fue a los mandos de uno de sus coches en el Gran Premio de Australia, y fué un gran momento para mí."
Desde entonces, Trulli, ha pasado toda una década dedicado al juego de las carreras de autos, probando los diferentes lugares de la victoria como son la pole, el podio. Pero también ha cosechado éxitos fuera de las pistas de carrera como esposo de Barbara y padre de sus dos hijos Enzo, de dos años, y Marco de 10 meses.
La vida familiar es el escape perfecto para desconectar de la Fórmula 1 al abrigo de su casa en St Moritz, Suiza. "Me encanta regresar a casa a relajarme con mi familia después de cada carrera", comenta Trulli.
Para Trulli la vida famliar se compagina con su otro negocio, el vino. "Mi región es rica en viñedos, tenemos una cultura y una pasión por el vino muy arraigada. Junto con mi padre comenzamos en el viejo negocio de mi abuelo. Es muy distinto de la Fórmula 1, y realmente disfruto con ello."
En el 2000, Trulli compró el viñedo de la región de Podere Castorani de Italia. Y aunque la competición lo aleja del funcionamiento contidiano de este negocio, se siente arropado por la ayuda de su padre. Han ampliado la producción de 18.000 botellas al año a 600.000, y en ese gran avance ha tenido mucho que ver la trayectoria de Trulli en el mundo de la Fórmula 1.
Otra de las grandes pasiones de Trulli son sus raices automovilísticas, como las de muchos otros pilotos de carreras, los Karts. Como parte integrante del equipo, Trulli sabe el importante papel que desempeñan sus mecánicos e ingenieros a la hora de que él mismo pueda cosechar éxitos. No olvida que su vida está en manos de ellos.
0 Responses to Conociendo a Trulli