Interlagos es un circuito de contrastes extremos, donde se combinan horquillas lentas con una de las rectas más largas de la temporada. Asentada sobre un terreno ondulante en toda su longitud de 4.309 kilómetros, hace notoria su accidentada superficie, aunque ésta se ha visto mejorada por la repavimentación del trazado en 2004, lo que aparentemente ha propiciado un resurgimiento del circuito.
Las exigencias físicas de un circuito tan accidentado se intensifican aún mas por el hecho de que se circula en sentido contrario, sometiendo a los cuellos de los conductores a tensiones en el lado contrario de lo habitual. En este circuito es posible adelantar, especialmente en la entrada a la curva uno. Renault explica de que forma pretende sacar el máximo partido del R27 en la carrrera de Interlagos.
Chasis
Aerodinámica: El contraste de la naturaleza del circuito de Interlagos hace muy diferentes las demandas en los coches. El primer y último sectores se componen principalmente de largas rectas, donde una buena velocidad punta es necesaria para mantener la competitividad y proteger la posición. Esto significa que es necesario un bajo nivel de carga aerodinámica. Sin embargo, el sector intermedio exige todo lo contrario: alta carga aerodinámica para asegurar una buena adherencia en virtud de las aceleraciones y frenadas a través de los giros por las horquillas que componen esta parte del circuito.
Mecánica: La combinación de alta y baja velocidad en los diferentes puntos de la pista significa que es difícil encontrar una relación adecuada en Interlagos. Al igual que sucede con nuestra elección del nivel aerodinámico, hay que dar prioridad a unos sectores del circuito sobre otros. Lo más importante en Interlagos es la curva 12, que determina la velocidad a lo largo de la recta principal en subida, donde la aceleración dura más de 15 segundos. Por lo tanto, hay que prestar una atención especial en asegurar que el coche tenga una buena salida en esta curva, aunque esto pueda ocasionar cierta pérdida en el sector medio.
Sin embargo, las pérdidas sufridas se ven compensadas por los beneficios en el tiempo de vuelta y la competitividad alcanzada en el sector Tres. El segundo factor importante para la puesta a punto mecánica es la superficie de la pista. Esta ha sido tradicionalmente muy accidentada, pero la repavimentación en el año 2004 permitió a los equipos dar una menor altura a los coches, y la situación puede haber mejorado una vez más para este año. El circuito es relativamente sencillo en el caso de los frenos, con sólo tres grandes puntos de frenado, y, en general, la energía de frenado es similar a la de Barcelona.
Neumáticos: Interlagos incluye un número relativamente reducido de curvas de alta velocidad donde las gomas tendrían que soportar las cargas laterales más elevadas. Uniendo esto al hecho de que hablamos de una pista con una superficie de asfalto que no es particularmente abrasiva, significa que podemos usar neumáticos relativamente blandos. En consecuencia, Bridgestone ha puesto a disposición de todos sus compuestos blando y extrablando para esta última carrera del año.
El motor
Comportamiento: La larga recta principal en Interlagos significa que la potencia del motor es un factor crítico en este circuito, y el periodo más largo donde los pilotos llevan los coches a toda velocidad es de más de 16 segundos. Todos los motores, sin embargo, deben lidiar con los efectos de correr a 800 metros sobre el nivel del mar, por encima de lo habitual.
La disminución de la presión atmosférica hace que los motores pierdan en torno a un 7% de su potencia. Aunque esto reduce las exigencias sobre algunos componentes como los pistones, otras piezas del motor como el cigüeñal siguen siendo objeto de importantes cargas.
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