Los Red Bull y específicamente Sebastian Vettel se habrán quedado con todo en la pista… las sesiones de entrenamientos, la qualy, la pole, la victoria, el récord de vuelta y la mar en coche.
Pero el que se ganó todos los elogios, las mejores consideraciones y se llevó todos los aplausos fue el japonés Kamui Kobayashi. Déjenme decirles, sin nadie que me apure, que no he visto hasta el momento un japonés de esta estirpe. En su momento Takuma Sato también se ganó sus elogios, especialmente cuando subió al podio en el GP de Estados Unidos de 2004. Pero ni a Takuma ni a ningún otro japonés le he visto actuaciones como las que ha tenido este año Kamui Kobayashi y menos aún como la de ayer en Suzuka.
Para gozo de sus fans japoneses, el debutante de Sauber avanzó en la pista nipona como pacman dentro de la pantalla de una consola. A falta de diez vueltas para el final estaba decimosegundo y doce minutos después al cruzar la meta lo hizo en el séptimo lugar.
“Kamui simplemente estuvo increíble en su carrera de casa. La forma en la que sobrepasó bastantes adversarios fue totalmente espectacular”, reconoció la CEO del equipo Monisha Kalterborn, que actuó como jefa de equipo en Japón en ausencia de Peter Sauber.
“Kamui hizo un gran trabajo para aguantar con las duras. Pilotó magníficamente para controlar su carrera, pero también adelantó en un circuito en el que hacerlo es muy complicado. Con las blandas al final estaba absolutamente espectacular", agregó James Key, director técnico del equipo.
Tan gigante avanzaba Kamui que cuando llegó a la cola de Nick Heidfeld, su compañero de equipo, le solicitaron al alemán que se hiciera a un lado. Pero no porque fuera una orden, sino como un consejo, dado que el nipón ya había dejado restos de su C29 en un duro roce con Jaime Alguersuari en Spoon, lugar donde Kamui a lo largo de la carrera ejecutaba a sus víctimas. Allí también se deshizo de Adrian Sutil y de Rubens Barrichello.
Al respecto, un veterano corresponsal de prensa Roger Benoit le preguntó a Kobayashi si recordaba precisamente y si podía enumerar todos los ataques que había tenido durante la carrera, pero Kamui fue sincero: "No lo puedo recordar", contestó.
"Sólo sé que hubo accidentes a mi alrededor en la salida y que después tuve algunos toques con mis rivales. ¡Mi coche está bastante dañado!", reveló. Y como prueba, el manager del equipo Beat Zehnder explicó: "Algunos deflectores del coche se perdieron, y la panza lateral tenía un gran agujero. También faltaba una parte del alerón delantero".
Por suerte Kamui llego a la meta, de lo contrario uno que se había ido de la carrera a los cinco minutos se hubiera quedado masticando la bronca de lo que tuvo en manos y no pudo ser
Retirado en la tercera vuelta, Robert Kubica declaraba: "Lo que hizo Kamui fue súper. Como tuve que verlo por televisión, salvó mi día".
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