F1 - El mundo de la fórmula uno

El bicampeón español le restó importancia al segundo puesto que obtuvo su compañero en Hockenheim (léase: el primer podio de Nelsinho en la F1 y el primero de Renault en el 2008) y se lo atribuyó pura y exclusivamente a la suerte.
Que el asturiano no le haya podido dar a Renault el primer podio del año, cuando el equipo hace un enorme esfuerzo monetario por pagarle 20 millones de dólares anuales, sin dudas que es un lindo golpe de moral, de esos que te hacen sentir que ahora estas en deuda. Pero para Fernando, que un piloto largue 16º y llegue 2º sólo es pura suerte, no hay nada de talento, de manejo o de constancia, sólo fue una cuestión de suerte.
"Era un fin de semana bastante malillo de Nelsinho... y de repente, sale un safety en la vuelta que más te conviene, y te plantas en el podio. Ésta es la lotería de los coches de seguridad. Sin suerte sólo podemos terminar séptimo u octavo", declaraba el español al diario As tras la carrera.
Pues a ver, analicemos esto. Primero, es obvio que sin una cuota de “suerte” no se llega al podio habiendo saliendo de esa posición. Así manejes una Ferrari o un McLaren y no sólo un Renault.
Si se larga 16, 15, 14 o más atrás aún y no sucede nada en carrera, milagros no se pueden hacer. Pero si la carrera se abre producto de un safety car y las chances se barajan de nuevo, entonces aparecen nuevamente las estrategias. Y Alonso este año no entiende de estrategias. Porque más distendido, trató de ir siempre por la heroica.

Seguro que tuvo suerte Nelsinho. Porque el accidente de Timo se dio pocas vueltas después de su repostaje y ya no tuvo que volver a parar. Pero a destacar, el brasileño, se las tuvo que arreglar para llevar durante gran parte de la carrera, un R28 defectuoso en la tracción trasera, totalmente cargado de combustible. Por lo que mi querido Fernando, si a la suerte no se la ayuda, difícilmente se den los resultados. Como justamente el de tu compañero, que se lo atribuís a la “suerte”.

Segundo, repasemos. En Mónaco Alonso tuvo todas las de ganar, parecía la carrera del español, porque el trazado lo ayudaba y encima llovía. Pero se tiro a pasarlo a Heidfeld en Loews y allí se acabó todo para él. En Montreal parecía que finalmente se le daba. Hamilton y Kimi se habían quedado en el semáforo de boxes, pero no tuvo como, según él fue culpa de la estrategia y acabó en el paredón. Kubica había tenido la misma estrategia. La estrategia tampoco fue bien en Magny Cours y menos en Silverstone.

Montecarlo, Montreal, Magny Cours, Silverstone y Hockenheim, cinco carreras en las que había largado medianamente adelante, y el Renault se mostró más competitivo. Con una estrategia adecuada y las maniobras acertadas, Alonso se podía haber retirado con un podio seguro. Conclusión: no todo es suerte Fernando.