Esto es lo que intentarán hacerle entender los equipos de la F1 a los muchachos de la FIA. Que nueve pilotos hayan quedado atrapados en la laguna que propone el actual reglamento muestra a las claras que la solución está muy lejos de ser la correcta.
Desde la temporada pasada, los conductores están obligados a seguir un contador de tiempo delta, situado en el volante del coche, que se activa cuando el coche de seguridad sale a la pista. Una vez que el safety car se despliega, el contador muestra una cuenta atrás a los pilotos, que varía dependiendo de su ubicación en la pista y éstos no pueden llegar a una línea antes de que el reloj llegue a cero. Ideada de esta manera, a priori creían que se trataba de la solución perfecta.
Pero una cosa es pensarla y otra muy distinta ponerla en práctica. Y el director de Force India, Andy Stevenson, nos da la razón del porqué.
"Ésta, para mí, es una regla muy clara pero a la vez es una regla muy difícil para los pilotos y sus ingenieros, que a veces han de ejecutar la regla en un corto período de tiempo, dependiendo de dónde se encuentren. Por ejemplo, si estás a 200 metros de la línea, tienes un segundo o dos para cumplir los tiempos preestablecidos, por lo que es bastante complicado", explicaba Stevenson.
"Así que es una buena regla, y es algo que todos los equipos deben acatar, pero en la ardua competencia creo que es difícil ponerlo en práctica tan rápido como nos gustaría y tenemos que afrontarlo”, sugería el inglés.
Según entiende el especialista de Force India, "lo que los comisarios tienen que tratar es que básicamente todo el mundo hizo lo mismo, cosa que de nuevo remarca que, en esa situación – mientras no hay coche de seguridad en pista, todo el mundo va al máximo y, cuando de repente sale el coche de seguridad es muy difícil para todos ellos estar dentro de este tiempo delta. Creo que es algo que tenemos que abordar y creo que la FIA va a tener una reunión con todos nosotros antes del próximo Gran Premio para ver cómo podemos mejorarlo", concluyó el británico.
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