El piloto germano de pronto se está encontrando con una cachetada del destino. Tras haber conducido para Williams durante cuatro años consecutivos, Nico Rosberg decidió dar ese paso que tiene que dar todo piloto que sueña con ganar el título. Habiendo nacido y madurado en la escudería que le dio la posibilidad de debutar en la F1, Rosberg firmó con Mercedes GP, escudería que tenía el chasis campeón de la temporada pasada.
Pero cuando todos pensaban que Nico Rosberg se iba a complicar la vida sólo teniendo de compañero a Michael Schumacher, el joven de los teutones se impone sobre el heptacampeón con tanta mala suerte que el coche no funciona.
"Me fui de Williams a Mercedes porque pensé que tendría un coche ganador. Y terminó duodécimo detrás de ambos Williams que hace dos semanas no estaban en ninguna parte, ¿cómo puedo sentirme?", declaraba muy decepcionado Rosberg.
Y muy enfado concluyó: "Es un desastre. El problema con los neumáticos es de sobra conocido por el equipo. Durante semanas decimos que vamos a estar arriba, pero no pasa nada; en realidad vamos hacia atrás".
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