Como toda temporada de Formula 1 que se precie, este año también la temporada va a estar marcada por un culebrón. Lo que en 2007 fue el escándalo de espionaje que supuso el principio del fin de McLaren, este año parece que va a tener que ver con uno de los pilotos implicados que ha decidido desvincularse del equipo inglés.
Fernando Alonso sabe que este año no tiene nada que hacer porque en Renault no está el horno para bollos y el coche no es capaz de alcanzar a los pesos pesados de la parrilla. Atrás quedaron esos gloriosos 2005 y 2006 donde Alonso y Renault imponían su ley. Es posible que Fernando tenga todo el apoyo de su equipo, pero eso no gana carreras. Las carreras se ganan con un equilibrio perfecto entre piloto y coche, y este año la balanza está desequilibrado del lado del piloto. El coche no da para más.
Por ello, mucho se está hablando de la posible marcha de Alonso al único equipo que parece capaz de darle un coche ganador: la escudería Ferrari. También podría volver a McLaren, pero obvio es que hay motivos de sobra para cerrar esa puerta. Mucho se está hablando de grandes cambios en Ferrari. Jean Todt ya no está en la cúpula del equipo, y Felipe Massa ha sufrido batacazos en las dos carreras disputadas hasta ahora. Aunque el brasileño tiene su puesto asegurado hasta 2010, hay quien cree que caerá mucho antes. Sería una ocasión de perlas para que Alonso recalase en el equipo italiano...
Sin embargo, ¿habría espectáculo si Alonso y Raikkonen fuesen compañeros de box? El finlandés ya está asentado en el equipo y ha ganado un Mundial con ellos. La llegada de Alonso al equipo armaría un enorme revuelo, y además llegaría como segundo piloto, algo que no le va. Sin embargo, si quiere volver a ganar, parece que esa va a ser su única opción.
El Gran Premio de Bahrein de la semana que viene volverá a poner de manifiesto que Alonso no puede ganar este Mundial. Quién sabe, puede que recale en Ferrari antes de tiempo...
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