F1 - El mundo de la fórmula uno

El piloto alemán de la escudería Toyota será recordado para siempre por los brasileños y para nada de buena manera. Desde Europa los medios apuntan suspicacias, desde aquí de Argentina confió en que fue una buena apuesta la de Glock que personalmente le dio un buen resultado pero que lamentablemente incidió en la definición de un histórico campeonato.
Cuando se largó la lluvia a cinco vueltas del final, Glock se encontraba sexto detrás de Hamilton y Kovalainen pero lejos, lo que significaba que el británico estaba a cubierto. Pero cuando todos optaron por ir a boxes, el germano se quedó y eso le permitió ascender hasta quedar ubicarse cuarto. De no haberse arriesgado a quedarse con los secos, la definición del título a lo mejor no hubiera tenido tanto suspenso.
Lo cierto es que ahora nadie se fija en ello salvo Massa y los que estaban centrados en la carrera. De hecho, Sport Bild publicó hoy que Massa le pidió a su hermano menor que fuera al box de Toyota y les advirtiera a los miembros del equipo que se cambiaran sus uniformes oficiales antes de dejar el circuito, ubicado en las afueras de la ciudad de Sao Paulo, para tener una retirada sin problemas, dado que el humor de la torcida se había centrado de manera directa con la personalidad de Timo.
Según el diario alemán, Massa temió que los aficionados brasileños pudieran pagar su frustración con los miembros de la escudería nipona.

"Iba con neumáticos de seco cuando estaba lloviendo con bastante intensidad al final de la carrera y la última vuelta ha sido sencillamente imposible. He luchado todo lo que he podido, pero solamente mantener el coche en la pista ya era difícil y he perdido posiciones al final de la vuelta. Acabar sexto es un resultado decente dadas las circunstancias, ya que al principio del fin de semana tuve bastantes problemas con el coche”.
"Esa última vuelta nos costó la quinta plaza y decidió el título. Pero no creo que fuera yo quien le dio el campeonato a Lewis. Él trabajó por ello durante todo el año, al igual que Felipe", declaraba Glock, consciente de que acaba de perder a los brasileños como aficionados.
"Quizás los aficionados brasileños no vuelvan a estar conmigo nunca más, pero intenté hacerlo lo mejor posible y hacer mi carrera. Hice todo lo que pude y ya no se puede hacer nada para cambiarlo", dijo. Los mecánicos de Toyota debieron marcharse con camisetas de la selección brasileña y de Ferrari.