Tras la salida de Honda, rápido de reflejos, el Presidente de la FIA Max Mosley anunció que Cosworth había resultado elegida para realizar los motores estándar que se van a implementar en la Fórmula 1, agregando en la oferta un coste de 2 millones de euros más 5,5 millones por temporada si al menos cuatro equipos firmaban anticipadamente el acuerdo. Y según apuntó en las últimas horas un portavoz de la Federación Internacional del Automovilismo, del sector privado la respuesta ha sido bastante positiva.
"Desde que el Presidente de la FIA enviara su carta el pasado viernes, ha habido una respuesta muy positiva por parte de los equipos de F1 en relación a nuestra propuesta de motores," comentaba este integrante de la FIA.
Renault negó estar a favor de los privados
En principio, la escudería francesa también había sido asociada al grupo de los que habrían aceptado el motor único de la FIA, pero en un comunicado de prensa emitido esta mañana, se negó que la marca del rombo esté contemplando la posibilidad de adoptar una postura distinta a la del resto de fabricantes de la F1.
En la última reunión que habían llevado a cabo los miembros de la FOTA, de la cuál su presidente y homónimo en Ferrari, Luca Di Montezemolo, se había retirado muy conforme, se desprendió que todos los equipos habían acordado por unanimidad una serie de medidas para reducir costes, que incluían el motor turbo a partir de 2011, y la reducción de entrenamientos privados entre otras medidas, pero en ningún caso el motor estándar.
Pero en las últimas 24 horas varios medios italianos de renombre, comenzaron a citar a los independientes de la grilla y a Renault como inclinados a la disposición de Mosley. A lo que rápidamente desde la marca francesa salieron a descartar.
"Tras las especulaciones aparecidas hoy en la prensa italiana, Renault quiere aclarar que la postura del equipo y de Renault está en total sintonía con la del resto de integrantes de la FOTA," indicaba parte del comunicado. Como si fueran pocas las medidas, ahora también se habría acordado acortar la duración de la distancia de carrera, reduciendo los 300 km que hasta ahora tenía cada Gran Premio, a 250 en la próxima temporada. ¡Que pase la tormenta rápido!
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