Cuando el actual campeón del mundo decidió en el comienzo del invierno europeo dejar el equipo con el que se había consagrado para irse a Woking donde había un claro favoritismo por otro piloto británico, señalamos que el flamante laureado quería jugar con fuego.
Jenson Button estaba dejando la escudería con la que se había proclamado campeón, comprada en ese momento por Mercedes, para irse a McLaren, la escudería que precisamente había liberado el impulsor alemán. Un pase por el que fue incesablemente cuestionado teniendo en cuenta que a Lewis Hamilton se lo había considerado allí siempre como un niño mimado.
Pero Jenson hoy está sólo a tres puntos del moreno, posición que no hubiera podido alcanzar seguramente de haberse quedado con el 1 en Mercedes GP.
“Mi decisión de fichar por McLaren a comienzos de año está totalmente justificada. Sé que mucha gente cuestionó mi decisión y las motivaciones para hacerlo antes de comenzar la campaña, pero creo que he demostrado que fue correcta", declaraba con el pecho inflado Jenson Button en su página web oficial.
Mucho se había conjeturado en ese momento, que los billetes, que la negativa de Mercedes para traer así a Schumacher. Pero Button desvela una vez más que ha sido "la enorme capacidad de desarrollo de McLaren, de transformar el año pasado un monoplaza rezagado en un coche ganador", lo que lo convenció de cambiar de aire.
"Eso me sorprendió, porque no sólo muestra su capacidad de desarrollo, sino lo hambrientos que están de mejorar las prestaciones, cuando lo más fácil hubiera sido asumir el golpe y centrarse en 2010. Ese enfoque me entusiasma", concluyó.
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