La próxima temporada el Albert Park no será el escenario habitual que dé comienzo al calendario de la máxima categoría, pero la cita no está muy lejos, de hecho será la tercera.
Y hasta entonces el interés de los organizadores no pasa por llegar a tiempo con los preparativos sino con llegar a tiempo con el sustento económico. Hasta la última edición de 2009, el GP de Australia estaba patrocinado por ING. Pero a mediados del año que estamos finalizando, el banco holandés anunció el fin de esta esponsorización y desde entonces no se encontró un sucesor.
Lo que genera incertidumbre es que con el apoyo de ING el año pasado se perdieron unos 40 millones de dólares. De manera que cuánto se perderá en la próxima edición si encima no hay sustento. Algo de lo que el diario local Herald Sun se hace eco y asegura que la falta de un patrocinador supondrá un aumento de los precios.
Mientras tanto, Drew Ward, jefe de la organización de la carrera, le quitó dramatismo a esta situación e insistió en que Melbourne será capaz de albergar la carrera sin la ayuda de un patrocinador principal. "No habrá ningún impacto en el coste total del evento en términos de ingresos de patrocinio global. Si echamos la vista atrás, el interés en realizar el patrocinio general se ha ido incrementando", aseguró Ward, dejando la puerta abierta a posibles colaboraciones y asegurando que el contacto con las empresas interesadas es un "trabajo en proceso".
A lo que se sumó un portavoz del gobierno del estado de Victoria, recordando que "no es inusual en un evento tan grande no tener un patrocinador general hasta poco tiempo antes de que se celebre".
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