Ya es oficial, ya no hay vuelta atrás, no hay que esperar ninguna prueba, ningún test, ningún permiso porque su médico ya había anticipado que “estaba perfecto”.
Esta mañana Michael Schumacher confirmó que será piloto de Mercedes la próxima temporada para cerrar un circulo que se inicio hace casi veinte años. El diario Bild informa que a cambio el germano percibirá siete millones de euros. Pero que importa si son siete, el doble o el triple.
El piloto más ganador de todos los tiempos está de regreso y totalmente renovado, con las mismas ganas y la ambición que lo llevaron a conseguir sus siete títulos. Con la marca que le faltaba: la de su casa, la que lo acompañó hasta debutar en 1991 en la F1. Los medios alemanes ya lo venían anticipando desde hace unas semanas, y su regreso estaba tan claro como el agua mineral que lo acompañó a lo largo de su carrera deportiva, pero la frustración de agosto todavía dolía -como ahora le debe estar doliendo a Luca di Montezemolo que Schumacher no haya decidido regresar con el Cavallino- y dos veces no se puede tropezar con la misma piedra.
Este contrato que se podría extender a tres temporadas, dista enormemente de la que el alemán percibía en Ferrari, o de la que percibirá Fernando Alonso en su primera etapa con la gente de Maranello. Pero no es cuestión de dinero, sino de concretar un desafío que le había quedado pendiente. Es cuestión de sentirse como antaño y de encontrar en Brackley la gente que ya no tiene en Ferrari. La gente que habla su mismo idioma, sin necesidad de tener que tratar el inglés o el italiano. La gente que había soñado toda la vida con verlo de plateado.
Un llamado de Ross alcanzó para volver a encender esa mecha que había quedado algo chispeante después de ese test con la F2007 en agosto. Un llamado y basta. "En Abu Dhabi, cuando Ross me preguntó si yo podía imaginarme volviendo a la Fórmula Uno, sentí que no estaba preparado para ello. Pero sólo dos semanas más tarde, cuando me llamó de nuevo, me di cuenta de que mi vieja pasión volvía. De repente, yo estaba preparado de nuevo. Para mí, imaginarme devuelta en un coche de Fórmula Uno y competir por el campeonato del mundo es emocionante y muy estimulante."
"Para ser sincero, ya estoy súper emocionado por la perspectiva de volver a estar en una cabina de un coche de Fórmula Uno. No quiero negar en absoluto que la idea de un equipo de F1 de Alemania me tentara extremadamente. Supongo que todos los pilotos alemanes sienten lo mismo. Y por supuesto, jugó un papel importante que pudiera volver a trabajar con Ross en Mercedes GP. Por encima de todo, sin embargo, mi viejo deseo de participar en carreras ha regresado."
"En realidad, nunca he dejado la F1. Estaba cansado de la Fórmula 1 a finales de 2006, pero durante estos tres años en los que he estado ausente, ha vuelto a mí toda la energía que estoy sintiendo ahora. Estamos hablando de un contrato por tres temporadas. No es una cosa de un año y ya. Estamos buscando, obviamente, una continuidad".
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