F1 - El mundo de la fórmula uno

Fue un día de febrero, después que se pasará San Valentín, para no dañar el corazón de los argentinos que estamos enamorados por la F1. Fue precisamente este 17, número que en la simbología de los sueños se asocia con la desgracia. Y se puede decir que es una desgracia, porque por primera vez en mucho tiempo un piloto argentino había conseguido la llave de uno de los cajones de la parrilla. Aunque los más especializados, y disculpen mi arrogancia porque me incluyo, sabíamos que por el camino que intentaba llevarlo USF1 era inviable.

Las últimas informaciones no son buenas, como nos pasó muchas veces, por H o por B, otra vez el sueño se derrumbó. En esta ocasión, Peter Windsor, uno de los propietarios de lo que iba a ser el equipo norteamericano, se reunió con el grupo que gestiona la carrera de José María López y les comunicó con tristeza que no llegaban con los plazos de la presentación del Type 1. La explicación es que se cayó el presupuesto, se fue el jefe de desarrollo de nuevos negocios, Brian Bonner, y el fundador de YouTube, Chad hurley, les dio la espalda.

Hasta el hartazgo me canse de avisar que hasta que no lo viéramos a Pechito en la parrilla no teníamos que celebrar. Una y mil veces me hice odiar hasta el punto que me tildaron de anti argentino, porque no apoyaba la hoja de ruta que había presentado USF1 para llegar a la F1.

Probar tres días en Alabama, apartados de todos, cuando todos buscan compartir referencias antes de carnearse en Bahrein, pintaba de cuerpo entero la corta vida que podía tener un proyecto que nació del entusiasmo de dos bohemios que supieron estar dentro de la F1.

Pero con los contactos que les quedan no alcanza, con la memoria no se corre, ni se prueba, ni se hacen autos en los túneles de viento. Ser recordado como un buen tipo en el circo de Bernie, te abre puertas, pero luego se necesita de otros sustentos para mantenerla abierta.

Ahora la media naranja de USF1 parece estar en España. Como ambos finalmente llegaron a la mitad de lo que se habían propuesto, buscarían realizar una fusión con Campos Meta y de esta manera darle el lugar a la estructura serbia que empuja: Stefan GP.

Los dos se complementarían de la mitad que les falta, a los norteamericanos el chasis, a los españoles algunos sponsors (que son los que había llevado “pechito”) y asunto terminado.

Faltan las confirmaciones oficiales. La de Peter Windsor, de que todo se acabó. La de Campos, que podría existir esa posibilidad. De algo ya podemos tener la certeza, otro sueño argentino se encuentra nuevamente cerca de ser acabado.