El promotor del regreso de la F1 a Norteamérica no pudo contenerse las ganas y describió cómo será el trazado que les hará de Hermann Tilke.
Y aquí quiero hacer una mención, de confirmarse este dibujo, si llega a ser como lo cuenta Tavo Hellmund, entonces Tilke se habrá reivindicado de todos esos dibujos aburridos de los que sólo se destaca Istambul y justamente la curva ocho.
El nuevo trazado norteamericano que nos dará Texas no será realidad hasta 2012 pero ya tiene cuerpo: cinco kilómetros y medio de longitud, cuarenta metros de desniveles, trescientos veintiún kilómetros por hora de velocidad punta… Y según Hellmund da por seguro que “a los pilotos y los aficionados les gustará".
En que se jacta Tavo para jugarse el pellejo asegurando que un circuito Tilke puede gustarle a los aficionados. Pues bien, preste atención y mientras le cuento repase el dibujo.
Siempre guiándonos por el dibujo que presenta Tavo, encontramos en la primera sección de Austin, entre la tercera curva y la séptima, a las mellizas de Maggots y Becketts. Mientras que en el último sector, entre los virajes 12 y 16, Hellmund asocia a ese segmento con el mismo que presenta el Motodrom. Con la característica especial que dentro de ese sector, más precisamente en la curva 16, encontraríamos la misma curva ocho que tiene Istambul, sólo que Austin la tendría a derechas.
Pero si me permiten, veo en este dibujo también un segmento idéntico al de Montreal y es en la curva 11 que divide a dos tramos de pura velocidad como sucede en Canadá con la recta del casino y la salida del Pont de la Concorde, donde Kubica se salvó de milagro.
Dicho esto, caemos en cuenta que estamos ante un gran error de Tilke si repasamos sus anteriores obras. Ya que a priori, la pista de Austin presentaría tres buenos lugares de adelantamiento. La pregunta es ¿Se arrepentirá Hermann de salirse del molde? Esperemos que no.
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