Lleva trece años en la Fórmula 1 y apenas sumó una victoria. Pero a pesar de que no pudo hacer de Toyota un equipo ganador, y ya superó largamente los treinta años, su motivación todavía está intacta.
Se había puesto en duda, porque luego de que Toyota se retirara, el italiano aceptó invitaciones para probar coches de competición que no eran precisamente monoplazas. Pero tras haber comprobado de qué se trataba un coche de turismo, de que se trataba un NASCAR, Jarno cayó en cuenta que su pasión por las carreras pasa por la Fórmula 1.
“Consideré dejar la Fórmula 1, y había varias opciones, pero la prueba con la NASCAR fue sólo una manera de probar algo diferente”, comentaba el oriundo de Pescara.
“He estado pilotando coches de competición durante años y años, y nunca había conducido un Gran Turismo o un coche con techo, pero finalmente el amor hacia los coches descubiertos y la sensación que se tiene en su habitáculo están dentro de mí”, agregó.
Es por eso que Jarno siente que con Lotus rejuvenece de vuelta. Porque “no es una cuestión de motivarse a uno mismo. Uno sólo está motivado si te apasionan las carreras, y si todavía piensas que puedes hacer algo especial”. De manera que “puedo lograr el primer punto en la primera carrera, y eso será un grandioso logro para mí y para el equipo. Así que todavía tengo motivación”, explica Trulli.
“Mi pasión por los monoplazas era demasiado fuerte, así que todavía tenía esperanza de tener una buena oportunidad en la Fórmula 1. Si todavía se es rápido, uno todavía siente que puede hacer algo especial sobre la pista y dar lo mejor del coche, así que eso me motiva”.
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