Nevers es una linda ciudad, pero dista mucho de ser ideal para una carrera de Fórmula 1. Está situada en mitad de ninguna parte, hay pocos hoteles o bares. El circuito es uno de esos trazados modernos y aburridos, aparte de las dos chicanes de alta velocidad, Nurburgring e Imola.
El principio d ela vuelta es exigente. La primera curva es a fondo y lleva a Estoril, que es complicada, y donde la aerodinámica tiene que ser perfecta. Incluso puede encontrarse una pequeña línea recta, y es ahí precisamente donde se tiene que frenar, con un violento pisotón sobre el pedal de freno.
Adelaida es una horquilla, y como todas las horquillas, no es fácil de sortear, pero especialmente esta es complicada por que los coches no paran de moverse.
La siguiente sección es la más divertida de todo el circuito, con la rápida chicane de Nurburgring, seguida de una complicada curva de 180º, donde debe encontrarse el punto optimo para comenzar a acelerar de nuevo, para salir disparado a la chicane de Imola, completamente ciega, ya que la pista sube un poco y luego baja, está construida en mitad de un cambio de rasante. La salida de Imola es crucial, pues hay que colocar el coche adecuadamente para poder tomar Chauteau d'Eau.
No es sencillo reglar el coche en Magny-Cours. Pues es necesaria mucha carga para las chicanes, pero una resistencia mínima para las grandes rectas. Una pequeña diferencia en los reglajes puede suponer un gran cambio en los tiempos.
0 Responses to Una vuelta por Magny-Cours