Sólo hay que arreglar algunos detalles, pero debemos dar por hecho que el año próximo tendremos Fórmula 1. Pero no Fórmula 1 con equipos de GP2, GP3 o F2, sino con los equipos de siempre, con Ferrari, McLaren, BMW, Renault, Toyota y el resto.
Los constructores y la FIA ya habrían arribado a un acuerdo con salidas elegantes a la idea principal que trataba de imponer Max Mosley. No habrá presupuesto limitado a 45 millones de euros, pero a cambio si habrá mucho más trabajo y responsabilidades para que los equipos puedan servir a los más pequeños.
Entre la propuesta original de la FIA, de un tope presupuesto de 45 millones de euros, y la de la FOTA de estirarlo a 100 millones, surgió una solución intermedia. El presupuesto no se implementará en 2010, se dejará el año como un año de transición y en su lugar, los equipos se comprometen a brindar ayuda técnica a las nuevas escuderías, incluido el uso de coches cliente hasta que se fije un límite presupuestario más bajo para 2011.
También habría una acuerdo en puerta con los auditores externos para los equipos que quería imponer la FIA y que podrían ser sustituidos por personal propio de los equipos, aunque supervisados por auditores de Deloitte. Algunos medios apuntan que en Mónaco ya se estuvo muy cerca de alcanzar el acuerdo, pero Ferrari y Toyota se empeñaron en rechazar el concepto de límite presupuestario más allá de la cifra en concreto.
Los constructores y la FIA ya habrían arribado a un acuerdo con salidas elegantes a la idea principal que trataba de imponer Max Mosley. No habrá presupuesto limitado a 45 millones de euros, pero a cambio si habrá mucho más trabajo y responsabilidades para que los equipos puedan servir a los más pequeños.
Entre la propuesta original de la FIA, de un tope presupuesto de 45 millones de euros, y la de la FOTA de estirarlo a 100 millones, surgió una solución intermedia. El presupuesto no se implementará en 2010, se dejará el año como un año de transición y en su lugar, los equipos se comprometen a brindar ayuda técnica a las nuevas escuderías, incluido el uso de coches cliente hasta que se fije un límite presupuestario más bajo para 2011.
También habría una acuerdo en puerta con los auditores externos para los equipos que quería imponer la FIA y que podrían ser sustituidos por personal propio de los equipos, aunque supervisados por auditores de Deloitte. Algunos medios apuntan que en Mónaco ya se estuvo muy cerca de alcanzar el acuerdo, pero Ferrari y Toyota se empeñaron en rechazar el concepto de límite presupuestario más allá de la cifra en concreto.
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