La lluvia monzónica apareció como se preveía. Los pilotos ya habían anticipado que correr el horario de la largada iba a ser como jugar con fuego pero Bernie se salió con la suya y ahora se notan las consecuencias.
Button afrontaba la vuelta 32 como líder de la carrera cuando el diluvio se adueñó del circuito hasta más no poder. Diluvios que son comunes después de las cinco de la tarde en Malasia todos los días a esta altura del año pero que la FIA no tuvo en cuenta. Hasta ese momento había pasado de todo. La punta ya había tenido cinco dueños. Nico Rosberg que saltaba espectacularmente desde la cuarta plaza hasta el primer lugar en la primera curva, posteriormente Jarno Trulli que heredaba el liderazgo por la parada del germano, y en ese orden Jenson Button, Rubens Barrichello, nuevamente Button, Glock y otra vez el británico de Brawn GP.
En seco la carrera había tenido un comienzo vibrante porque Rosberg tenía una promisoria largada desde el cuarto lugar que lo ponía al frente mostrando todo su potencial y porque Fernando Alonso daba cuenta de seis coches y pasaba desde el noveno hasta el tercer puesto de un solo saque. La partida del poleman había sido mala y también la de los Toyota que largaban segundo y tercero, con la diferencia de que uno se recomponía rápidamente, Trulli, y el otro cruzaba la primera vuelta en el octavo lugar, Glock.
Robert Kubica que se quedaba congelado en la grilla abandonaba en la segunda vuelta y Heikki Kovalainen que perdía la cola violentamente en la segunda curva ya se había despedido tempranamente de la carrera. Alonso que había llegado tercero a la primera curva, era avanzado por los dos Brawn y siendo el más cargado de los de adelante tenía que aguantar el embate de Kimi Raikkonen quien finalmente daba cuenta de él en la vuelta once.
Pero los equipos comenzaron a tomar conocimiento de la tormenta y Ferrari se quiso anticipar antes que nadie llamando al nórdico en la vuelta 18 para ponerle neumáticos de diluvio. Decisión impensada y desacertada para una escudería como la italiana y un campeón con ese estilo. Esas necesidades dejensela a equipos como Force India.
Se adelantaron demasiado porque el agua tardó cuatro vueltas en llegar y el nórdico perdió los neumáticos y toda posibilidad, resignando con ella 20 segundos por vuelta. Para colmo el agua los engañó porque llegó mansa y no a baldazos. Engañó a todos porque la mayoría de los 18 que quedaban pista pusieron caucho de diluvio y la lluvia apenas era leve. Por lo que tuvieron que volver todos a pits a poner intermedios. Pero claro se trataba de un aviso del monzón que llegaba en el giro 30 para quedarse con la tutela del Gran Premio.
La carrera fue detenida en el circuito 32, momento en el que Button lideraba por sobre el BMW de Nick Heidfeld y el Toyota de Timo Glock que había cumplido ese giro en los boxes dejando el liderazgo de la carrera. El germano de Colonia superó al BMW tras salir del repostaje pero para el clasificador ya era tarde. También era tarde para el bicampeón Fernando Alonso que haciendo una buena carrera se quedo sin nada, acabando undécimo. Jarno Trulli con el otro Toyota, Rubens Barrichello con el restante Brawn GP, Mark Webber con el Red Bull, Lewis Hamilton con el McLaren y Nico Rosberg con el Williams completaban en ese orden la zona puntuable hasta el octavo lugar.
Para la escudería de Grove una pena porque en seco eran firme favoritos para quedarse con la carrera. Para Trulli una bendición porque los comisarios no tomaron las últimas dos vueltas en la que Barrichello y Webber habían superado al italiano. Lo mismo para Heidfeld que por la misma clasificación mantuvo el segundo puesto ante Timo Glock quien también lo había superado.
Después de tanto tiempo vuelven las décimas a la tabla del campeonato porque como no se llegó a los tres cuartos del recorrido se entregará la mitad del puntaje. Con el clasificador provisorio, a la espera de la confirmación oficial, Button se lleva cinco puntos, Heidfeld cuatro, Glock tres, Trulli 2,5, Barrichello dos, Webber 2,5, Lewis Hamilton uno y Nico Rosberg 0,5.
Creo que la FIA, principalmente Bernie Ecclestone, deben de hacer una fuerte autocrítica en pos de nuestra imagen. Digo nuestra imagen porque me siento parte de la F1 como ustedes y considero que es antihumano, antinatural querer desafiar precisamente a nuestra naturaleza.
En Australia atrasaron la largada hasta las 17 horas para que los europeos pudieran verla descansados de sueño cuando son los 20 pilotos que se juegan la vida manejando estos bólidos a 30º km/h sin adherencia ni temperatura de pista porque el sol ya casi había desaparecido.
Una semana después intentan repetir la fórmula en un país trópico donde se sabe de antemano, por la experiencia de las ediciones anteriores, que pasadas las cinco de la tarde llueve tal cual la programación de un reloj suizo.
La carrera se paró cerca de las seis de la tarde y los comisarios se tomaron cerca de cuarenta minutos para resolver finalmente no relanzarla. Cuando la decisión estaba clara desde el principio. Pero no por decisión propia, sino por la presión de los pilotos que no quería arriesgar su vida por un capricho económico del patrón de la estancia.
El agua era mucha para que se escurriera en cuestión de vueltas y la visibilidad muy poca debido al spray y la luz natural del día. No tenía sentido. Si tenía sentido tal vez haber completado los tres cuartos de la carrera para dar la totalidad del puntaje y no tener que estar lamentándose al final del año por décimas. Creo que Alain Prost de eso sabe demasiado. Y al fin y al cabe al show ya lo habían arruinado.
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