Hijo de Graham Hill, de niño estuvo rodeado de los nombres más míticos de la Fórmula 1, Stirling Moss, Jim Clark o Jackye Stewart, aunque él nunca se vio atraído por esos coches difíciles de manejar y que casi siempre acababan estropeados. Prefería las motocicletas, y a los 11 años ya contaba con una propia.
Su adolescencia idílica se vio truncada repentinamente, cuando en 1975 su padre, Graham Hill, moría en un accidente de avioneta, dejando a su esposa y tres hijos, Damon y sus dos hermanas, en una situación económica muy complicada.
Bette, la madre de Damon, con mucho tesón, y la ayuda del propio Damon, logró sacar la familia adelante. Damon ayudaba en casa trabajando como repartidor, en moto, al tiempo que cursaba estudios universitarios, saltando de una carrera universitaria a otra. También trabajó como obrero, compitiendo en carreras de motociclismo en los ratos libres. Nunca tuvo demasiado éxito en sus resultados, y en 1985 empezó a competir en la Fórmula Ford Británica, consiguiendo varias victorias ese año, que le abrirían el camino para llegar a la Fórmula 3. En 1986, acabó noveno en el campeonato, haciendo el quinto puesto en 1987 y tercero en 1988.
En 1989 dio el salto a la Fórmula 3000, acabando en el puesto 13º en 1990 y, en 1991, alcanzó el séptimo lugar. Con un palmarés un tanto pobre de títulos en categorías inferiores, a la edad de 31 años, Frank Williams le daría un puesto como probador de su escudería, Williams, permitiéndolo participar en el mundial como cedido a la escudería Brabham. Esa temporada de 1992, Damon Hill solo consiguió clasificarse para disputar la carrera en dos Grandes Premios. En Silverstone conseguía clasificarse en el puesto 26, acabando la carrera en el puesto 16. En Hungaroring conseguía clasificarse para la carrera en el puesto 25, acabando la carrera en el puesto 11. Fue la última carrera en la que se vio participar a un Brabham.
En 1993, con la retirada de Mansell, Hill era nombrado como compañero de Prost, decisión que Frank Williams tuvo que justificar ante las críticas, alegando que Damon era “un bastardo muy tenaz”. Y en realidad era su único aval, el tesón, posiblemente heredado de su padre y de su madre.
Pero la llegada a ese puesto no era casual, Hill estuvo probando y mejorando ese coche durante dos años, el mismo coche que en 1992 convertía a Mansell en Campeón del Mundo, lo conocía al dedillo, y a pesar de ello, en la primera carrera de 1993, en el Gran Premio de Sudáfrica, clasificado en cuarta posición para la salida, se salió en la primera curva del circuito cuando iba a la caza de Senna. Regresó a la pista, y a pesar de su escalada de posiciones acabó estrellándose contra otro piloto, Zanardi, en la vuelta 16. Aquella temporada, se saldó con un tercer puesto en el campeonato, tras conseguir tres victorias y algunos podios más, quedando por delante de Schumacher, y auspiciando la que sería una de las más tormentosas relaciones de la Fórmula 1.
En 1994 Senna entró como compañero de equipo, y a pesar de tan temible compañero, Hill lograba mejor debut en la primera carrera, quedando segundo, por detrás de Schumacher en Brasil. Dos carreras después, ocurría uno de los capítulos más trágicos de la Fórmula 1 en Ímola, la muerte de Senna, que fue reemplazado por David Coulthard en la siguiente carrera, el Gran Premio de España, carrera en la que Hill logró la victoria. Aquella temporada fue una continua lucha entre Hill y Schumacher, llegando a la última carrera con un punto de ventaja para Schumacher sobre Damon, en el Gran Premio de Australia. Cuando Hill intentó adelantar a Schumacher, éste le cerró el paso, quedando ambos pilotos fuera de carrera. Schumacher se anotaba así su primer título mundial envuelto en polémica.
1995 fue el año de Schumacher, consiguió 9 victorias, y en otras dos, chocó contra Hill, quedando ambos pilotos fuera de pista. Con cuatro victorias para Damon Hill, a éste no le quedó más remedio que conformarse con el subcampeonato.
Pero 1996 sería el momento de Damon Hill, con un Schumacher recién llegado a Ferrari, que vivía sus horas más bajas, el piloto británico lograba imponer su hegemonía, logrando siete victorias de unce carreras y logrando su título mundial, teniendo como compañero a un debutante Jacques Villeneuve, que como Hill también era hijo de una leyenda de la Fórmula 1. Damon Hill se convertía así en el primer hijo de un campeón de la Fórmula 1 que se convertía también en campeón de la Fórmula 1.
Pero del mismo modo que llegó, Frank Williams lo despidió de forma fulminante y sin dar explicaciones. No obstante pese a sus 36 años, seguía empeñado en continuar en la Fórmula 1, y en 1997 correría para Arrows, consiguiendo un sorprendente segundo puesto en Hungaroring. Pero entre todas las demás carreras apenas logró un solo punto.
En 1998 se convertiría en compañero del hermano de su archienemigo, Ralf Schumacher, en la escudería Jordan, logrando la primera victoria de la escudería en Spa, que sería la última para él. Ralf hacía el segundo puesto para lograr el que sería el único doblete de la escudería. 1999 fue una temporada poco lustrosa para Hill, y al finalizar el año, dejaría la escudería Jordan y la Fórmula 1, dejando la competición “oficial”.
En 2006, Hill fue elegido presidente de la British Racing Drivers Club, sucediendo así a Jackie Stewart.
Damon Hill siempre usó el mismo casco que si padre, un diseño que representaba 8 remos blancos dispuestos verticalmente alrededor de la superficie superior del casco, de fondo azul oscuro, representando al Club de remos de Londres, donde Graham y Bette, sus padres, eran miembros y se conocieron. A pesar de que Damon nunca ha pertenecido al club, y no es remero, se sentía feliz por mantener la tradición de su padre.
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