F1 - El mundo de la fórmula uno

La Federación Internacional del Automovilismo levanto las restricciones que caían sobre estos dos ingenieros protagonistas del caso de espionaje más famoso en la historia del automovilismo.
La escudería de Woking pasó a la historia a fines de la temporada 2007 cuando tuvo que pagar una tumultuosa cifra millonaria por haberse quedado con los bocetos del chasis de Ferrari, bocetos que Nigel Stepney, ingeniero del equipo italiano, le paso en secreto a su amigo Mike Coughlan, par de McLaren.
Como consecuencia de este acto de espionaje, al dúo que estuvo en el centro del escándalo se le impusieron restricciones por su papel en el traspaso de información confidencial entre ambas escuderías y esas restricciones iban acompañadas de recomendaciones por parte de la FIA para que las estructuras de deportes de motor no les dieran trabajo.
Stepney terminó trabajando en la empresa fabricante de cámaras on-board, Gigawave. Mientras que el diseñador despedido de McLaren fue a parar a la empresa especialista en transmisiones Ricardo. Dado que en estos tiempos la armonía parece fluir entre Woking y Maranello, el presidente de la FIA resolvió dar por finalizado el tiempo de restricción impuesto a los diseñadores y que se extendía hasta julio de este 2009. "Parece una tontería hacerles continuar el castigo cuando los dos equipos afectados están prácticamente arrullándose el uno al otro. Así que hemos dicho que les dejaremos olvidarlo," declaraba el británico, según The Guardian.