Estaba claro que cuando se publicó el reglamento para la temporada 2010, una polémica iba a hacer temblar los cimientos de la Formula 1. Hoy esa polémica ha tenido un punto álgido, pero está lejos de finalizar.
Vamos a ponernos en situación. La FIA anunció que para competir en 2010, se podían tomar dos caminos. Por un lado, se podía entrar con un límite presupuestario de 44 millones de euros para toda la temporada de Formula 1. Seguir esta vía permitía a los equipos disponer de una mayor libertad a la hora de desarrollar el coche, con la posibilidad de modificar su aerodinámica, tener un KERS más potente y realizar todos los tests que deseen. Por otro lado, si no se acogían al límite presupuestario, los equipos podrían competir, pero no podrían desarrollar el coche a lo largo de la temporada.
Esta medida adoptada por el presidente de la FIA, Max Mosley, despertó la ira de algunos equipos. De momento, las escuderías Ferrari, Toyota, Renault, Red Bull y Toro Rosso han anunciado que si se mantiene este reglamento, no competirán en 2010, algo que al parecer a Mosley le trae sin cuidado, ya que según él, otras escuderías están lo bastante preparadas para cubrir esos huecos libres (recordemos que el año que viene habrá 13 equipos en la parrilla). Con BMW y McLaren sin pronunciarse por el momento, sólo Brawn GP, Williams y Force India ya han presentado su inscripción para 2010. Además, ya hay escuderías como Lola, Dallara, Aston Martin, USF1 o, en el caso más reciente, la escudería de Formula 3 Litespeed, que también han presentado su inscripción para el año que viene.
Bernie Ecclestone, conocedor de que esta situación puede acabar con el fin de la Formula 1 tal y como la conocemos, invitó hoy a los representantes de las escuderías implicadas y a Max Mosley a una reunión de urgencia en Londres. A pesar de los esfuerzos de Ecclestone, Mosley se mantuvo en sus trece y anunció que no cambiará ni un ápice la reglamentación, ya que su mayor deseo es que la Formula 1 sea un deporte competitivo a la par que barato. Según Mosley, si los equipos no están de acuerdo, que no se inscriban para el año que viene. Tienen para decidir hasta el próximo 29 de mayo, fecha en que concluye el plazo de inscripción para la próxima campaña.
La respuesta por parte de las escuderías no se ha hecho esperar. Stefano Domenicali, jefe de equipo de Ferrari, y su presidente Luca di Montezemolo, han anunciado que han presentado una denuncia contra Max Mosley y su polémico reglamento a dos bandas al Tribunal de Justicia francés, al considerarlo ilegal. Ahora el tribunal debe decidir si ese reglamento es legal o no. Entre tanto, las escuderías se reunirán para decidir las acciones futuras, sabiendo que cuentan con el apoyo de Bernie Ecclestone en su lucha contra Max Mosley y la FIA. Se espera que la reunión se celebre durante el fin de semana del Gran Premio de Mónaco.
Este asunto todavía seguirá dando que hablar en el futuro.
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