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“Duermen sin frazada”

miércoles, 4 de agosto de 2010


Que el difusor soplado, que las suspensiones inteligentes y ahora los alerones flexibles. Desde que comenzó el campeonato en Bahrein que al RB6 le buscan una explicación, intentan encontrarle una excusa para cuestionar su rendimiento.
Y la realidad es que el Red Bull es el fruto de la envidia, la envidia de no tener entre sus filas el cerebro de Adrian Newey. El RB6 es un conjunto de ideas brillantes, sucesivas, entrelazadas entre sí, que no pueden funcionar una sin la otra, lo que lo hace aún más brillante todavía.

Y es por ello que, cuando intentan copiar cada una de estas ideas, Vettel y Webber siguen siendo inalcanzables en las clasificaciones. Y sus autos tan rápidos como legales delante de la FIA.

"Nuestros chicos se han roto las pelotas [sic] para diseñar un coche de acuerdo con el espíritu de las regulaciones, y cada vez que la FIA nos pone a prueba, aprobamos", destacaba el australiano líder del mundial a Sky Sports.

Y es el que el tono del australiano deja en evidencia un poco de enojo y cansancio por el hecho de que Red Bull siempre esta bajo cuestionamiento. Por lo que sostiene que los rivales debería encontrar justificaciones en sus fábricas y no buscar que se penalice el ingenio y el buen trabajo.

"El coche siempre ha sido aprobado por la FIA, así que cuando a la gente no le gusta lo que ve en el cronómetro, debería justificar su propia posición. Estamos contentísimos con lo que tenemos en el coche, y dormimos bien cada noche. Nunca deben penalizar nada que sea ingenioso ni a la gente que está haciendo un buen trabajo".

De hecho, Mark considera que si hay un equipo que está en desventaja, ese sigue siendo Red Bull, o mejor dicho Renault y Red Bull, dado que el motor francés sigue estando por debajo del Mercedes o Ferrari.

"Siempre hay algo que mejorar. Hemos estado buscando la paridad de motores durante los dos últimos años, porque sabemos que no tenemos el motor más potente. Cuando atacamos en pistas con pocas rectas, sabemos que el coche es bueno porque nos cuesta que el coche rinda en esos circuitos. Necesitamos paridad en los motores y entonces hay juego justo. Es todo lo que queremos: potencia similar a la de otros equipos".

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