Tan grande es la preocupación de Lewis Hamilton, por haber perdido el liderazgo del mundial, que si por él fuera no se tomaría vacaciones. El moreno ya lo decía el domingo luego de haber terminado la carrera, “con Red Bull a este ritmo no tenemos esperanzas”.
Y es por eso que prefiere trabajar duro en la fábrica de McLaren a navegar por las Bahamas. Pero la factoría de Woking está cerrada, no quedó ni el que barre en el ingreso, y por tanto se ve obligado a bajar un cambio. Aunque esto no lo frena y sigue pensando en su trabajo.
"Si no hubiera un parón vacacional me iría directamente a la fábrica. Siempre está muy comprometido con el trabajo que se hace en la fábrica de McLaren. Yo no soy ingeniero, pero le pregunto mucho al jefe de diseño y por el túnel de viento. Intento entender porque hago algunas cosas", declaraba Lewis.
De no haberse roto su caja de cambios, seguramente Hamilton hubiera seguido siendo el puntero, porque hasta el momento de su abandono marchaba cuarto y Vettel aún ni siquiera había sido penalizado. Pero la realidad lo encuentra ahora como escolta en el campeonato y de cara a la recuperación, "siento que mi trabajo les puede ayudar para sacar al McLaren lo que le falta", concluyó Hamilton.
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