F1 - El mundo de la fórmula uno

Una vez en una entrevista, Max Mosley contó que durante la organización de la FISA, los jefes de equipo se fijaron en él porque era el único que entendía algo de leyes.

Eso, a finales de los setenta, cuando la Formula uno estaba llena de garagistas, aficionados, millonarios aventureros o simplemente oportunistas.

Max era de éstos últimos. nunca realmente pensó en ser solo un dueño de equipo. sólo conoció de cerca la F1 porque su esposa había ganado entradas gratis a la carrera. pero una vez allí, tenia su meta fijada en explorar una categoría relativamente nueva, con mucho potencial comercial, y con fácil acceso al poder. una categoria que apasionaba a grandes magnates europeos.

Max llegó al poder por medio de la controversia y la mentira. reunió a los equipos en una institución nueva, creó un clima propicio, presionó y aprovechó un escándalo, y presionó a un anciano Jean Marie Balestre para que hiciese de loco, quebrado por la presión y el descrédito. finalmente, creo nuevas organizaciones para establecer un equilibrio en el cual los equipos tuvieran más poder.

Tal y como el viejo Balestre, Max fué derrotado por el tiempo, por las nuevas condiciones, y sobretodo, por equipos que cada vez precisan más de control y exposición. Si Balestre no supo comprender el impacto de la trasmissión televisiva, ahora son nuevos intereses, y su pesado impacto sobre el aficionado, que determinan un cambio de rumbo en nuestro mítico circo.

ahora, la FIA está completamente en las manos de la FOTA. así como la FOCA, luego de ganar su guerra, estableció las bases de un nuevo orden y reorganizó internamente la FISA, ahora la FOTA, será el instrumento de los grandes conglomerados industriales, y una nueva F1, saldrá de las exigencias, antagonismos, negociaciones, y espectativas de los nuevos dueños de la F1.

y el viejo Max?, morirá olvidado en casa, encuanto otro nuevo escándalo supura en la F1.