Tras concluir los entrenamientos el pasado viernes en Jerez de la Frontera, la escudería de Faenza le ha dicho adiós a un modelo que para ellos ya es histórico.
El STR3 no es otro aquél que llegó tarde a la temporada 2008, en el GP de Mónaco, pero que rápidamente se acomodó como un coche competitivo y Sebastian Vettel llevó a la victoria en el GP de Italia, siendo la primera victoria en Fórmula 1 para el equipo de Faenza y para el joven piloto germano.
Un modelo que le dio a Toro Rosso 39 puntos en una sola temporada cuando entre las dos anteriores apenas habían sumado nueve. Y que en la segunda mitad del campeonato plantó a la segunda escudería de Red Bull por encima de la casa madre de Milton Keynes y de otras escuderías con mucha historia. Y eso que se estrenó en la sexta fecha, es decir que sólo corrió doce carreras.
Una victoria con pole (Italia), un cuarto puesto (Brasil), tres quintos (Mónaco, Bélgica y Singapur), dos sextos (Valencia y Japón) y dos octavos (Canadá y Alemania), fue todo lo cosechado por Sebastian Vettel con este modelo. Un séptimo (Bélgica) lo conseguido por su compañero Sebastien Bourdais, quien también había terminado séptimo en su debut en Australia.
Como Vettel cambió Faenza por Milton Keynes, Bourdais ha tenido el honor de ser el último en pilotar este coche este viernes.
El galo realizó simulaciones de calificación con los tres tipos de compuestos de los neumáticos Bridgestone, y llevó a cabo evaluaciones del comportamiento de la suspensión delantera y trasera. Pero su jornada laboral apenas es un dato de aporte, lo que más importa es que se ha despedido a un toro muy especial.
El STR3 no es otro aquél que llegó tarde a la temporada 2008, en el GP de Mónaco, pero que rápidamente se acomodó como un coche competitivo y Sebastian Vettel llevó a la victoria en el GP de Italia, siendo la primera victoria en Fórmula 1 para el equipo de Faenza y para el joven piloto germano.
Un modelo que le dio a Toro Rosso 39 puntos en una sola temporada cuando entre las dos anteriores apenas habían sumado nueve. Y que en la segunda mitad del campeonato plantó a la segunda escudería de Red Bull por encima de la casa madre de Milton Keynes y de otras escuderías con mucha historia. Y eso que se estrenó en la sexta fecha, es decir que sólo corrió doce carreras.
Una victoria con pole (Italia), un cuarto puesto (Brasil), tres quintos (Mónaco, Bélgica y Singapur), dos sextos (Valencia y Japón) y dos octavos (Canadá y Alemania), fue todo lo cosechado por Sebastian Vettel con este modelo. Un séptimo (Bélgica) lo conseguido por su compañero Sebastien Bourdais, quien también había terminado séptimo en su debut en Australia.
Como Vettel cambió Faenza por Milton Keynes, Bourdais ha tenido el honor de ser el último en pilotar este coche este viernes.
El galo realizó simulaciones de calificación con los tres tipos de compuestos de los neumáticos Bridgestone, y llevó a cabo evaluaciones del comportamiento de la suspensión delantera y trasera. Pero su jornada laboral apenas es un dato de aporte, lo que más importa es que se ha despedido a un toro muy especial.
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