El cónclave llevado a cabo en el yate de Flavio Briatore ha determinado el siguiente paso a seguir: o la FIA acepta un nuevo presupuesto definido en conjunto con todos los equipos. O todos los equipos dejan la Fórmula 1 a fin de año.La reunión, en el barco del director deportivo de Renault, duró más de tres horas, porque la Asociación de Equipos de Fórmula Uno no trata a la ligera la cuestión de los presupuestos.
Si la FIA sigue adelante con sus planes de introducir un límite de 40 millones de euros para la temporada 2010, no habrá F1 el año que viene con estas escuderías. Porque el presidente de Ferrari y presidente de la FOTA Luca di Montezemolo ha dejado claro que la amenaza de dejar el deporte no es un simple gesto.
Los equipos tienen previsto presentar sus propios planes de recorte de presupuestos para la temporada 2010 y siguientes, una opción que Mosley considera improbable como alternativa realista al tope de presupuesto. Pero la improbabilidad deberá dejarla de lado el británico si es que no quiere echar a perder su puesto.
Porque una cosa es ser presidente de la FIA con la Fórmula 1 en estado puro. Y otra muy diferente ser el presidente de una FIA sin Fórmula 1 por su culpa, en estado puro.
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