F1 - El mundo de la fórmula uno

Finalmente el bicampeón Fernando Alonso podrá correr el GP de Europa luego de que esta mañana la Federación Internacional del Automovilismo cambiará la sanción a Renault por una multa de 50 mil dólares.

Aunque el anuncio del fallo del tribunal se iba a conocer recién mañana, el Diario Marca de España se ha animado a publicar la decisión de los integrantes del tribunal de apelaciones, tomada luego de haber escuchado los testimonios de los tres enviados por la escudería francesa, Pat Symonds, Steve Nielsen y Bob Bell, además de intervenir Carlos Gracia, presidente de la Federación Española.

Entre Gracia y el triunvirato del rombo se pudo convencer al tribunal del gran daño económico que hubieran provocado a la organización de la carrera de Valencia, además del público, si no dejaban correr a Fernando Alonso por una decisión tomada a las apuradas por los comisarios.

Paul Harris, representante de la FIA, consideró que había sido "un serio incidente". "El coche no debería haber vuelto a la pista. Los mecánicos son empleados del equipo y su labor debe ser atribuida al equipo. Renault no puede justificarse diciendo que no hubo comunicación. Dos errores no hacen un acierto", apuntó.

Pero el abogado del equipo, Ali Malek, indicó a los cuatro jueces que la sanción contra el equipo no debería haberse formulado. "Este caso sólo merece una reprimenda", sugirió al tiempo que explicaba que este tipo de sanción debe aplicarse a errores conscientes y trampas.

La FIA acusó a Renault de haber permitido a Alonso volver a la pista sabiendo que su monoplaza tenía un problema en la rueda derecha, pero el equipo ha negado esa acusación. "Las únicas personas que lo sabían son los mecánicos. Nadie en el muro, ni el piloto, sabían que había ese problema", se excusó el abogado de Renault ante la Corte de Apelación. "Hubo una serie de hechos desafortunados, pero no hubo errores conscientes", apuntó el letrado.

Por lo que han decidido desestimar quitarle puntos a la escudería francesa y a sus pilotos, entendiendo como excesiva la primera sanción de Hungría.