Dado que BMW ha decidido no continuar en la máxima categoría, la Federación Internacional del Automovilismo ha reabierto la inscripción para sumar un equipo más que no haya resultado electo en el primer concurso para completar las trece plazas. Y a dos semanas de definirse dicha plaza, la estructura vasca confía en ser la elegida.
Si bien la escudería compite por ese lugar con Prodrive y el mismo BMW, que creó una formación con el fin de salvar a la estructura suiza, cuyo futuro aún está pendiente de un hilo, la confianza de hacerse con ese ansiado lugar en la grilla está justificada con creces.
Según su diseñador Sergio Rindland, argentino de gran trayectoria, el equipo con sede en Azkoitia (Guipúzcoa) tiene posibilidades de lograr el puesto vacante porque están mejor preparados y porque están en condiciones de presentar innovaciones y novedades que luego se puedan llevar a la calle, y que tengan que ver con las energías.
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