F1 - El mundo de la fórmula uno

Pasado Montecarlo, las lógicas de puesta a punto vuelven al mundo de la Fórmula 1 y nada mejor que Canadá para presentarse como nuevo reto técnico. Sabemos que preparar un auto para Mónaco es una experiencia aparte. Pero para la carrera de Montreal se retoma a las cuestiones aerodinámicas de quitar peso, de no quitar mucho. De reglar el coche para hacer diferencia en un sector o jugarse un poco más en otro donde no se va tan bien.
Lo cierto es que Canadá invierte la apuesta de Montecarlo. De un circuito donde se necesitaba el máximo apoyo aerodinámico, se pasa a otro, también con algo de callejero, pero donde la carga es tirando a baja. Porque presenta cuatro tramos veloces, donde se alcanzan los 300 km/h. y porque no hay tantas curvas lentas sino frenadas bruscas. Que no requieren de apoyo aerodinámico sino más bien de una efectiva tracción y de frenos especialmente preparados para esta ocasión.
Punto por punto y gracias a la gentileza de Renault para con F1Live.com, te voy a estar mostrando cuales son las claves para conseguir un buen resultado en la isla de Notre Damme.

Aerodinámica
En Montreal se utiliza un conjunto aerodinámico de carga baja. Si bien el circuito no cuenta con curvas de alta velocidad, a excepción de la curva 5 que puede trazarse con el acelerador pisado a fondo en quinta y sexta velocidad, el dibujo canadiense presenta cuatro sectores veloces especialmente el último, donde el motor va a fondo durante catorce segundos en la última recta que desemboca en la chicane que precede a la recta. Por ello, se utiliza una carga baja que trate de minimizar al máximo el nivel de rozamiento del coche para conseguir la máxima velocidad punta, que en esta ocasión alcanzará los 320 km/h.

Hay que tener en cuenta el bloqueo de los frenos cuando se ajustan las suspensiones, puesto que un bloqueo excesivo en la parte delantera como trasera del coche puede demandar una importante pérdida de tiempo por vuelta. Por lo que los coches deben responder bien en los cambios de dirección de las chicanes, ofrecer una buena estabilidad en frenada y salir airosos de las curvas lentas.
Frenos
Después de Monza, Montreal es el circuito más exigente del año para los frenos y el de mayor desgaste. El trazado tiene cuatro puntos de frenada donde los coches llegan a 300km/h en dos de ellos y a 250 km/h en los dos restantes. Por lo que el desgaste de los frenos es la prioridad del fin de semana, especialmente durante la carrera. El piloto podrá ajustar el equilibrio de los frenos si los niveles de desgaste fueran alarmantes delante o detrás, y parte del trabajo del equipo estará en comprobar el viernes, durante los entrenamientos libres, el nivel de desgaste de los frenos con una carga de combustible de carrera.

Neumáticos
Al igual que en Melbourne o en Mónaco, el circuito de Canadá -por su condición de callejero- presentará a primera hora un asfalto sucio, pero los niveles de adherencia del asfalto irán mejorando a medida que transcurra el Gran Premio.
Montreal no presenta una carpeta abrasiva y dado que la carga sobre los neumáticos es baja, dada las condiciones de velocidad en el trazado, Bridgestone ha resuelto repetir los compuestos que se utilizaron en Mónaco: blandos y súper blandos.

Para este circuito, los ingenieros dividen el trabajo del motor en seis etapas de aceleración a fondo separadas por chicanes. Si bien el motor aquí se utiliza al máximo en un 60% de la vuelta, lo que no es un porcentaje especialmente alto, hay un periodo de 14 segundos en el que el acelerador se aprieta hasta el fondo, por lo que Montreal si se vuelve realmente exigente con el motor.