F1 - El mundo de la fórmula uno

El piloto australiano consiguió su segunda victoria en la temporada pero esta vez pasa desapercibido ante la coronación de Jenson Button. El británico se acaba de convertir en el nuevo campeón del mundo luego de haber terminado quinto una carrera que en la parrilla, largando decimo cuarto con su compañero en la pole, se veía complicada.

Pero la suerte este domingo estuvo de lado del inglés que nos mostró su mejor cara. No ganó la carrera pero busco el campeonato de manera agresiva como de pasivo se había comportado en la segunda parte del campeonato. De manera que se puede decir sin vacilo que es un digno campeón.

Rubens Barrichello contra esto no pudo hacer nada porque su puesta a punto era intermedia y las nubes no hicieron más que posar para las fotos. Rubinho contaba con que la lluvia que había aparecido el viernes y el sábado, volviera a aparecer hoy, pero son las ironías del destino que persiguen al paulista. Porque después de tanta agua caída en Interlagos asomó en el comienzo de la carrera el infierno.

Más complicidades en la primera vuelta, que le facilitaran la vida a Jenson, no podían pasar. Al bajar de la S de Senna, Sutil y Trulli que había partido desde la segunda fila, se eliminaban entre sí con posterior discusión acalorada incluida. Alonso que había largado décimo no pudo esquivar al Force India y también quedó afuera rápidamente.

Como si fuera poco, adelante, antes de llegar a la cuarta curva del circuito, Kimi se tiró a pasar a Webber que se mantenía segundo, el australiano le abortó el intento y el finlandés se quedo sin ala delantera. Al cerrar el primer giro, Button ya estaba noveno.

Entonces el británico empleó un ritmo progresivo e inesperadamente agresivo. Porque luego de prometer una carrera por los puntos, arriesgo en reiteradas ocasiones cruzando el Brawn en la primera curva para hacerse de Buemi, Nakajima y Kobayashi, emulando a Schumi en su despedida en 2006.

Mientras Jenson avanzaba, Barrichello retrocedía, porque la puesta a punto intermedia no le permitía escaparse de Webber como para salir de boxes primero. Entonces el brasileño se fue embarrando en la zona media de la carrera hasta arribar finalmente octavo, por una tercera parada que no estaba prevista producto de una degradación prematura de su tercer juego de neumáticos.

Quedando entre él y Button un sorprendente Sebastien Buemi que terminó séptimo con su Toro Rosso. Y un recuperado Kimi Raikkonen que finalizó sexto tras haber quedado último en la primera vuelta y haber sobrevivido al atentado de Heikki Kovalainen, quien en ese primer giro también tuvo que recurrir a boxes y en su salida se llevó la manguera de repostaje, rociando de combustible a Raikkonen que venía detrás con su Ferrari, incendiándola fugazmente en la calle de boxes.

Con Button haciendo el título al andar y Barrichello cayéndose en el clasificador, la victoria se hizo fácil para Mark Webber, quien no tuvo que llegar al esfuerzo de cedérsela a Vettel. El rubiecito germano sólo pudo llegar hasta el cuarto lugar, puntos que preservó hasta el final para quedar en la tabla por delante de Barrichello. De manera que el australiano apenas tuvo que dedicarse a mantener la diferencia con Robert Kubica, quien finalizó segundo, y Lewis Hamilton que completó el podio.

El titulo cambia de color porque cambio de dueño, ya no lo tiene un moreno millonario, ahora lo tiene un rubio que hasta un mes de Melbourne era un mendigo, pero para el Reino Unido la alegría es la misma, porque el campeonato del mundo se queda en Inglaterra.