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Mientras el asturiano Fernando Alonso se presenta en los juegos de invierno de Madonna di Campiglio como la nueva estrella del Cavallino Rampante, ante los micrófonos Stefano Domenicali sigue dando muestras de las sensaciones que le genera a Ferrari ver al símbolo de su éxito más importante ahora en otra escudería.
De ser el equipo más fuerte durante casi una década con Michael Schumacher, a tener a Michael Schumacher enfrente en una escudería que ya era fuerte. Así esta Ferrari hoy, con la obligación de demostrar que puede ser fuerte sin el Káiser. Y para cumplir con ese prometido nada mejor que contar con el hombre que lo supo batir en los últimos dos años previos a su retiro.
"Es difícil ver a Michael con su casco en otro lugar, pero es un ambiente... es como un chorro de aire fresco. Tenemos algunos aficionados que no aprecian la elección de Michael, pero no debemos olvidar la historia y lo que Michael ha hecho con Ferrari, así como no debemos olvidar lo que Ferrari ha hecho por Michael."
"Ahora pasamos página y es un estímulo más para nosotros, que sentimos en nuestro interior, debemos mostrar, incluso a Michael, que este es el equipo más fuerte."
El objetivo: “Batir a Schumacher”
Con el hombre que consiguió su bicampeonato batiendo precisamente al alemán, Habiendo competido Schumacher para Ferrari entre 1996 y 2006, consiguiendo cinco títulos de pilotos en el proceso antes de pasar a ser asesor del equipo de Maranello hasta su regreso al deporte con Mercedes, son los ingredientes necesarios para que la temporada 2010 se convierta en un clásico.
"Todo el mundo verá a Michael como alguien muy fuerte, por supuesto", dijo Domenicali en la estación de esquí de Madonna di Campiglio, el miércoles. "El año pasado tuvimos el problema de la sustitución de Felipe (Massa) y todos nuestros pensamientos fueron hacia él (Schumacher), porque estamos convencidos de que Michael es un piloto extraordinario y muy fuerte".
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