Red Bull tranquilamente podría estar en la cima de las posiciones tanto en el campeonato de pilotos como de constructores, pero no es así. Durante la pretemporada el Red Bull se ha caracterizado como un auto muy rápido, pero poco confiable. Desgraciadamente para el equipo, los problemas continúan en los primeros grandes premios de 2010. En la apertura de la temporada en Bahrein, Sebastian Vettel se mostró desde el inicio muy rápido, y por supuesto consiguiendo la pole positions, pero el Domingo, en la parte más importante del fin de semana, a unas 20 vueltas para el final de la carrera, el alemán comenzó a notar una cierta pérdida de potencia en el RB6, que derivó en la pérdida del 1° lugar, unas curvas después del 2° lugar y vueltas más adelante del podio, logrando apenas un 4° puesto en una carrera que parecía tener controlada, a una cierta distancia del español Fernando Alonso, que se preparaba para atacar en el stint final. La decepción en el equipo fue grande, pero todo tenía revancha, ¿revancha?. Durante el Gran Premio de Australia disputado el pasado fin de semana, Vettel nuevamente mostró un ritmo feroz en clasificación rebajando por primera vez la barrera del 1.23, lo que significaba la vuelta de clsificación más rápida en la historia el circuito australiano, incluso con motores de 2.4 litros contra los antiguos y añorados 3.0. Todo hacía presagiar que, después de las fallas solucionadas en Bahrein durante la semana, el Red Bull, posiblemente sea el máximo candidato a la victoria. Lluvia, maniobras de superación, toques, a todo se aventajaba Sebastian Vettel, a quien nadie ni nada parecía detenerlo, pero ese nada apareció y se convirtió en el disco de frenos, y este se trabó, provocando la salida de pista del RB6 y el posterior abandono. Claramente podría Vettel tener 50 puntos, pero tiene 12, porque no solo basta con ser rápido los Sábados, también hay que serlo los Domingos y con la dosis de fiabilidad, para resistir las exigencias de una carrera a más de 50 vueltas como son la mayoría de las competencias. En cuanto a Webber, no ha sufrido fallos mecánicos, pero ha hecho un par de errores que le impiden sumar puntos, llevando a Red Bull de este modo al 4° lugar en el campeonato de constructores, a más de 50 puntos de diferencia del líder Ferrari, que supo combinar velocidad con fiabilidad y regularidad. Christian Horner, director deportivo de la marca austríaca, no duda en afirmar que tienen el coche más rápido, pero reconoce que la fiabilidad es lo que les está fallando, por tal motivo reconoce que trabajarán durante toda la semana para que los problemas sufridos en las primeras 2 carreras del año no se repitan en Malasia, donde piensan obtener como mínimo, un podio, aprovechando la ventaja aerodinámica con la que cuentan.
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