F1 - El mundo de la fórmula uno

Cuando saltó el rumor de que Red Bull pretendía propulsar en 2010 a sus coches con un motor Mercedes, nadie se imaginaba que todo se pudiera ir al traste por un contrato. Por lo visto, Mclaren y Mercedes tienen un contrato por el cual los ingleses pueden impedir a los alemanes que motoricen a otro equipo, y eso es precisamente lo que han hecho.
Tras ver el potencial de Red Bull y Sebastian Vettel, y la competitividad de los Brawn, equipados con dichos motores, Mclaren ha decidido decir 'no' al posible acuerdo entre Red Bull y Mercedes, por lo que los de la marca de la bebida energética deberán repetir con Renault.
Tras el acuerdo entre Mercedes y Brawn, al que Mclaren no se opuso, a Mercedes no le importaba contar con otro equipo en su lista, pero la rivalidad con otro equipo competitivo ha impedido que podamos ver el año que viene a cuatro equipos con el mismo motor.
McLaren cada vez se muestra más como un elemento incómodo para Mercedes que posee el 40% de las acciones pero poco poder de decisión. De hecho la búsqueda de un “socio” más maleable estaba en la mente de Norbert Haug (jefe de las operaciones Mercedes).
La necesidad de un socio fuerte por parte de Ross Brawn y la voluntad de los alemanes hicieron sonar las campanadas de boda. El problema de este triángulo amoroso era McLaren, que vetaba de nuevo la entrada de la marca de la estrella en el equipo campeón.
Esta vez los alemanes no han cedido y a través del fondo soberano de Abu Dhabi AA-BAR (que es titular de casi el 10% de Mercedes-Benz) se ha quedado con el 75% de Brawn GP.
La presencia de Ron Dennis en Yas Marina no era ajena a esta decisión, el contrato con los alemanes finaliza en 2011 y con toda seguridad no seguirá adelante, Dennis y su socio de toda la vida, Mansour Ojjeh, busca la forma de recuperar el 40% y negocian con BMW para quedarse con la sección de motores de F1 de la casa bávara y culminar así un proceso, que les llevaría a ser constructores y no meros “ensambladores” (como les llamaba Enzo Ferrari).
De esta manera, Mclaren se convertiría en algo parecido a Ferrari, pues ambos crearon la sección de venta de coches deportivos para abastecer a sus equipos de Fórmula 1. Así pues, Mclaren terminaría su sueño: Construir coche y motor en su propia casa, Woking.