El piloto brasileño no ve la hora de que el semáforo se ponga a verde el próximo lunes en el circuito de Cheste. Son tantas sus expectativas, tan desbordado es su entusiasmo que ya anticipó que será uno de los primeros en llegar a Valencia.
Tras una intensa temporada que lo pudo haber coronado campeón, tras un largo descanso merecido por el trabajo que hizo a lo largo del 2009, Rubens Barrichello considera que ya es momento de regresar a la actividad y quiere hacerlo con todo, sin perder ni un minuto más.
"Llegaré el sábado a Valencia y comenzare a trabajar con el equipo, estoy impaciente por probar el nuevo coche. No puedo esperar para volver a conducir", comentaba un acelerado Barrichello, quien de todas maneras no piensa fiarse de lo que digan estos entrenamientos.
"Pienso que aportan cierta información real pero sabemos que cada equipo tiene su agenda, por lo que no se pueden comparar los progresos," explicaba Rubens al respecto.
Además, "este invierno será aún más difícil de determinar porque los tanques de combustible son más grandes y añaden otra variable, habrá gente rodando con niveles muy dispares de combustible durante las pruebas," añade el brasileño.
Williams ha programado la primera semana con Rubens a cargo del coche los dos primeros días, cediéndole el nuevo FW32 a su compañero Nico Hulkenberg recién en la tercera y última jornada.
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