F1 - El mundo de la fórmula uno

Es como el dibujo de un niño. Si hace un año le piden a un chaval que pinte su F-1 ideal, Fernando Alonso llevaría un Ferrari y Michael Schumacher, aquel campeón con el que se aficionó a las carreras, volvería de su retiro para desafiar a los jóvenes. Por pedir, tendría cuatro campeones en pista y los dos últimos, ingleses por más señas, en la misma escudería. Sobre su circuito imaginario pintaría un coche azul entre el rojo y el plata, con la cara de un alemán con trazas de número uno, Sebastian Vettel.

Su padre le habló de un tal Ayrton Senna con tanto énfasis que le gustaría verle de nuevo en pista. Lo tiene que colocar en el cielo, desde donde vigila el debut de su sobrino Bruno, sentado en un equipo con la bandera de España, donde él espera trabajar cuando sea mayor. Además, le daría una oportunidad al comentarista que tanto le ha hecho aprender de las carreras, un piloto con mayúsculas, Pedro de la Rosa. Y, en esa caravana de coches de su parrilla de ensueño, aparece también un joven con maneras de 'DJ' y las ideas claras, Jaime Alguersuari. Ese Mundial de los deseos se hace realidad en este 2010 de los 60 años de F-1, el campeonato del renacimiento. De la parrilla ideal de los aficionados sólo falta Raikkonen, que se fue a los rallys, aunque volverá si sigue mordiendo las cunetas.

Las pupilas están muy dilatadas ante lo que se viene encima, aunque el politiqueo sigue dejando algunos nubarrones. Veremos carreras de tres velocidades. La de los grandes, ocho pilotos que deben copar podios y puntos. Después un pelotón intermedio, en el que Sauber, Toro Rosso, Force India y Renault lucharán por ser el mejor de los humanos. Y ya, a cinco o seis segundos por vuelta, el club de las nuevas escuderías, Lotus, Virgin e Hispania, con más ilusión que medios y muy criticados ya antes de salir por su lentitud.

Para terminar, ya no se reposta gasolina y la calificación se hace con la carga de combustible mínima. Si como parece hay mucha igualdad, será tremendo. Pero si un coche que cuida los neumáticos logra la pole, la carrera puede ser un tostón. Ya no habrá sorpresas los domingos por la carga de gasolina. Además, el sistema de puntos (con 25 para el primero y 18 para el segundo) prima tanto la victoria que, si alguien se escapa al principio, puede ser campeón en julio. Esperemos que no sea así, por las viejas y las nuevas generaciones de este deporte apasionante.