Ni bien se encendía la luz verde en la jornada de ayer, Mark Webber era el primero en salir a la pista para comenzar a lucir las bondades del nuevo diseño de Newey. Pero pasada las nueve de la mañana el australiano se convertía en el primero en volver a boxes a pie para quedar allí por un largo lapso de cuatro horas.
"Es frustrante que un problema con un simple componente al final de la mañana obligue a un cambio de motor durante el día, ya que nos costó bastante tiempo", comentaba Ian Morgan, Director de Ingeniería de Red Bull. Y claro, no es para menos, los mecánicos tuvieron que desmontar el suelo del coche, y el australiano terminó volviendo a las 4:45 a la pista.
Pero no importa el tiempo perdido, "ha sido fantástico ver por fin el coche en acción después de un largo invierno sin pruebas. Todo ha ido bien esta mañana y la construcción del coche fue muy estructurada," agregó.
No obstante, lo más decepcionante del debut ha sido el tiempo. "Es bueno hacer una prueba en mojado, pero no es lo ideal cuando es la primera vez."
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