El suizo no quiere saber nada con volver a subirse al STR5. Al menos al que utilizo en los primeros cuatro Grandes Premios del año. Es que luego del insólito accidente que tuvo en los libres del viernes del GP de China, Sebastien Buemi quedó empecinado en que su monoplaza está mal enrachado, por lo que ha solicitado a su escudería un nuevo chasis.
Aunque luego de desintegrarse sus suspensiones se revisó el coche de Jaime Alguersuari y los exámenes de rigor tuvieron saldo negativo, Buemi desconfía de su STR5. Y no sólo ha solicitado uno nuevo para Barcelona sino que además ha jugado con inclinarse a la religión.
"Primero necesito ir a ver al Papa y luego a Lourdes. ¡Tengo que conseguir mejor suerte de alguna manera!", bromeaba el piloto suizo
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