El primer equipo en la historia de la Fórmula en diseñar un monoplaza en base a un sistema computacional por fluido dinámica ha tenido nuevamente un mal fin de semana en este Gran Premio de China. El comienzo de la temporada en Bahrein ha sido un fiel reflejo de lo que sucedió durante la pretemporada, con muchos problemas de fiabilidad que impedían al equipo y especialmente a sus 2 pilotos realizar tandas largas de 20 vueltas, puesto que el monoplaza era de lo menos fiable de la parrilla. La situación ha mejorado en los siguientes grandes premios cuando se vio a Luca di Grassi llegar inesperadamente al final de la carrera cuando todo indicaba que hasta España no podrían hacerlo, ya que Nick Wirth, diseñador del monoplaza británico, ha dicho que hubo un error en la capacidad del tanque de combustible y que por uno 10 litros del mismo no podrán llegar hasta el final de la carrera. Lo peor de todo, es que los monoplazas no pueden modificarse internamente debido a la homologación de la FIA. Pero debido a que un equipo no puede subsistir en esas condiciones, los miembros de la Federación Internacional del Automovilismo ha permitido al equipo reparar su tanque de combustible, acompañado por una gran reforma en el chasis del VR-01. Para esta carrera, no han traído muchas modificaciones y los entrenamientos se han presentado de lo más normal para este equipo debutante, ubicándose a poco más de 5 segundos de los líderes, y siendo sus 2 pilotos superados por los de Lotus, que se encuentra un paso adelante que ellos, tanto en aspectos aerodinámicos como en la fiabilidad de sus componentes mecánicos. La progresión en las siguientes tandas previas a la carrera no ha variado mucho, hasta que en clasificación han encontrado en el caso de Timo Glock, un mejor balance en su monoplaza, quedando por delante de los Lotus T127 de Trulli y Kovalainen. La gran decepción, llegaría en carrera, ya que Luca di Grassi salía desde la calle de boxes, pero un problema en su interior (del monoplaza), no le permitió ser partícipe del comienzo de la competencia, y recién a falta de 8 vueltas para la finalización de la competencia, el Virgin de Luca di Grassi salió a pista para comprobar alguno de los datos, mientras que Glock ni siquiera pudo dar la vuelta previa, ya que su motor se paró y ya nunca pudieron hacer arrancarlo, activándose los picos levantadores y siendo llevado a la zona de boxes por sus mecánicos. Los trabajos para el equipo británico son muchos de cara a la próxima cita del Gran Premio de España el 9 de Mayo, donde intentarán sorprender al mundo de la Fórmula 1 con sus actualizaciones, que están siendo amenazadas por las cenizas del volcán islandés que afecta a todo el tráfico aéreo, y por supuesto al trabajo de las escuderías, que aún, algunas de ellas, no han podido salir de territorio chino, a la espera de una mejora de la situación para comenzar los trabajos en sus monoplazas. Virgin, es uno de ellos.
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