F1 - El mundo de la fórmula uno

Se dice que los gatos tienen siete vidas. Bueno en la Fórmula 1 los monoplazas tienen ocho y si se pasan de esas ocho deben comenzar a convivir con el infierno de las reglas. Si se usa un noveno motor a lo largo de esta temporada, se deberá penalizar diez posiciones en la clasificación.

Bueno, en el comienzo de temporada, cuando apenas llevamos tres carreras, Fernando Alonso ya ha roto tres. No hemos llegado al ciclo europeo y el asturiano ya tiene tres vidas menos, algo que no lo preocupa pero que si llama la atención de Stefano Domenicali, director general de Ferrari

Durante la pretemporada se observaron ciertos temores en la Scudería, referentes a que el consumo iba a ser el Talón de Aquiles del propulsor italiano. Pero como pudimos observar en Australia, Bahrein y ahora en Malasia, no fue el consumo lo que ha puesto en problemas a Ferrari sino las averías y el sobrecalentamiento.

Tres carreras, tres motores distintos para el español y también para Felipe Massa. De esos tres, según detalla Alonso, uno podría ser utilizado en algunas carreras, otro 'murió' en acción y otro ha quedado para test libres.

Es cierto que esos motores que se cambiaron, si se arreglan, pueden ser utilizados posteriormente en las sesiones libres, por lo que no evita del todo su uso. Pero eso no tranquiliza a Ferrari, porque desde la primera ocasión en Bahréin, las sustituciones han venido motivadas por sensores y resultados telemétricos que lo han aconsejado. Y este fin de semana en Malasia ha sucedido tres veces, dos con Fernando y Felipe tras los entrenamientos del viernes, el sustituto que se fundió con el español el domingo y cinco si sumamos los dos de Sauber, que impidieron salir a Pedro de la Rosa y terminar a Kamui Kobayashi. Una marca pésima para el propulsor.

Mientras Ferrari sufre, Mercedes, McLaren e inclusive Cosworth, siguen su ciclo con normalidad.