El campeonato de 2010 se presenta más ajustado que nunca
El fin de semana del GP de Malasia ha reverdecido los recuerdos de la historia reciente del Cavallino Rampante, poniendo de manifiesto situaciones y deficiencias que se repiten crónicamente en los últimos años.
Bastaba retroceder un año para comprobar como Ferrari repetía casi el mismo error que condenó a Massa a la Q1 en Sepang. Esta vez, fue peor, las víctimas fueron los dos pilotos.
Dos años antes, una combinación de precipitación y errores en el box, dejaron KO al brasileño en Singapur tras uno de los incidentes más vergonzosos de la historia de la F1 (el accidente provocado por Piquet Jr. para favorecer a Alonso). En la misma temporada, el motor de Massa cedió en medio de una blanca humareda en la recta de meta del Hungaroring, a tres vueltas del final de carrera (¿a qué nos recuerda esto?) justo cuando lideraba la prueba con comodidad. Massa perdió en 2008 el mundial por un sólo punto, los errores de Ferrari mecánicos, de estrategia y gestión decidieron el mundial.
Pero esto no es todo, parece que en Maranello la memoria histórica es débil. Una de las mayores lecciones que parece que pocos han aprendido se produjo en la temporada 2007, el primer año de la era post Schumacher-Brawn en Ferrari y del fratricida duelo Alonso-Hamilton.
La temporada fue protagonizada por un equipo que gestionó mal a sus pilotos al tiempo que copiaba el proyecto de su rival, mientras que Ferrari arrancaba el mundial con problemas mecánicos. El campeonato terminó con una de las clasificaciones más apretadas de la historia con Kimi Räikkönen campeón del mundo con 110 puntos, segundo Lewis Hamilton con 109 y tercero Fernando Alonso también con 109 puntos.
Un punto, tan sólo un punto separó el título de campeón del mundo de tercera plaza que nadie, salvo los libros de historia, recuerda. Algo tan insignificante como un punto marcó la historia en 2007 y de nuevo en 2008.
El pasado fin de semana Fernando Alonso minimizaba los dos puntos perdidos a dos vueltas del final: “Prefiero que se me rompan los cambios y el motor hoy que iba noveno y no en una carrera que vaya liderando y luego perdamos 25 puntos”. No es la primera vez que el asturiano el el equipo resta importancia al arranque de temporada.
El año pasado Brawn GP construyó su victoria maximizando su potencial en los primeros Grandes Premios, Ferrari parece tranquila pese a que no ha rentabilizado al máximo las tres primeras carreras, en una temporada donde los Red Bull son inalcanzables cuando no fallan y McLaren con un monoplaza menos competitivo, saca puntos de oro en cada carrera a la espera de tener el potencial para batirse de tú a tú con italianos y austríacos.
Los dos puntos “tirados a la basura” por parte de Alonso en una carrera “al ataque” a pesar de sus problemas mecánicos, pueden costar mucho más de lo que muchos se imaginan, especialmente cuando el asturiano ya sabe lo que es perder un título por tan sólo dos puntos.
Artículo publicado en la Gaceta.
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