Ni bien terminó la Q2 y dio cuenta que había quedado eliminado, el asturiano se bajo del coche y fue directamente a presentar su queja formal ante la dirección de la carrera. Es que el bicampeón interpreta que al ver una pieza en medio de la pista e inmediatamente las banderas amarillas, levantó el pie del acelerador como dicta el reglamento cuando otros no lo han hecho. Por lo que entiende que ha sido este avance lo que lo ha dejado afuera de la Q3.
Una vez reunido con los comisarios, fuera de la oficina de la Dirección de Carrera, Fernando comentaba: “Hicimos la vuelta, todos íbamos mejorando, y de repente tuve que levantar el pie al ver las banderas amarillas. Pero vi que el resto iba mejorando sus tiempos, así que seguro que mañana salgo más arriba del doce. Espero que el noveno más o menos”.
Pero claro, una cosa es largar noveno o décimo y otra muy distinta es haber perdido la posibilidad de mejorar desde esa posición dentro de la Q3.
“Ha sido una pena el no poder disputar las Q3. La verdad es que la calificación ha sido muy rara, con muchos incidentes, y después de todo lo ocurrido, no sé qué vamos a hacer mañana, qué estrategia a seguir, ni cuantas veces parar. De todas formas, no saliendo entre los cinco primeros, será una carrera muy dura”, vaticinaba.
En cuanto a lo que le respondieron en la Dirección de Carrera, Fernando adelantó que “la decisión la tomarán después, una vez hayan terminado los entrenamientos, después de mirar todo lo ocurrido en detalle”.
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