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El joven alemán de Red Bull supo brillar en una complicada y polémica clasificación del GP de Japón. A bordo de un velocísimo RB5 que se siente ancho en el clásico circuito nipón, Vettel demostró categoría y contundencia para quedarse con la mejor ubicación de la grilla para la carrera de mañana.
Decir que la clasificación fue caótica es quedarse corto. Tres banderas rojas, unas cuantas amarillas, mucho trabajos de los médicos, mucha actividad de las grúas y encargo para los comisarios. Pero entre todo esto hubo algo de claridad: el dominio de Vettel con el Red Bull.
El germano se quedo con el mejor tiempo de las tres mangas clasificatorias teniendo como más duro rival en cada una de ellas al experimentado Jarno Trulli, velocista italiano si los hay que mañana lo acompañará en la primera fila. Habiendo perdido por apenas 060 milésimas pero dejando en Toyota algo de buen de sabor de boca que equilibra la amargura por el accidente de Glock.
Salvado esto, la segunda fila la ocuparán Lewis Hamilton y Adrian Sutil. El campeón del mundo estará largando desde el tercer lugar y el alemán de Force India desde el cuarto. En tanto que la tercera línea la ocupan provisoriamente Rubens Barrichello y Nick Heidfeld. Sito provisoriamente porque podría haber sanción para el brasileño, cómo también para su compañero Jenson Button que obtuvo el séptimo tiempo y está ubicado en la cuarta fila junto a Kimi Raikkonen quien clasificó octavo.
Los dos pilotos que se disputan mano a mano el campeonato, están acusados junto a Adrian Sutil, de haber conseguido sus mejores tiempos en la Q2 con banderas amarillas en perjuicio de tres hombres de peso que la respetaron y se quedaron afuera (siga la nota y se dará cuenta porque…).
Por lo que Heikki Kovalainen, que largará noveno y Sebastien Buemi que completa las diez mejores posiciones que se disputan en la Q3 podrían encontrarse en la grilla más adelante.
Lo cierto es que cómo olfateará, se vivió una clasificación atípica. En la primera manga se pudo apreciar una lucha fraterna entre Trulli y Vettel, el italiano comenzó la contienda con un tiempo de 1m31s080, Vettel se lo bajo a 1m30s979, para dejarlo un giro después en 1m30s883.
Los BMW rápidamente se acercaban a la lucha, metiéndose durante los cinco o seis primeros durante toda la sesión. Entre ellos también se entreveraba Alonso con 1m31s401 y Kimi con 1m31s339, que mejoraba lo del español.
No parecían cómodos los Brawn GP que les costaba integrarse a los competitivos. Button estaba complicado, decimotercero, y Barrichello decimosegundo. A diferencia de Buemi que sorprendía a todos con un sólido cuarto tiempo de 1m31s242, salto de calidad el de toro Rosso que lo confirmaba Alguersuari metiéndose por primera vez en la Q2.
Los eliminados terminaban siendo una vez más Fisichella 16°, Nakajima 17°, Grosjean 18°, Liuzzi 19° y Webber 20° que no podía participar de la qualy por el accidente de la mañana. Hasta aquí todo bien.
Pero ya en la segunda batería nos enfrentaríamos a la parte más dramática de la clasificación. Ni bien se abría la pista para disputar la segunda manga, un fuerte impacto de Jaime Alguersuari en la curva de Degner paralizaba la sesión. Afortunadamente, el español fue retirado ileso del coche luego de haber tomado las precauciones necesarias a temor de que hubiera sufrido una fractura en sus miembros inferiores. Jaime se fue al coche medico caminando.
La sesión se relanzó y Trulli se colocó primero con 1m30s737 pero unos cien metros más atrás venía Timo para cerrar la vuelta y al intentar completar la última curva se pega muy fuerte de punta, con menos trayectoria que Alguersuari de desaceleración. Glock no se pudo retirar como el joven español y terminó siendo trasladado en helicóptero a un hospital de la zona para cumplimentar los chequeos de rigor, sin lesiones de gravedad y saludando con la mano.
En consecuencia, nos encontramos con una tanda que en vez de durar quince minutos se extendió a casi media hora por dos banderas rojas y que para sello final de lo complicada que fue, terminó con bandera amarilla producto de un violento despiste de Buemi con el STR saliendo de Spoon, que desparramó los restos de su Toro Rosso hasta la 130R. Nico Rosberg, Fernando Alonso y Robert Kubica, que hasta ese momento se encontraban fuera de los mejores diez y venían para meterse en la Q3, quedaron eliminados en ese orden a causa de la inexperiencia de Buemi. Pero también a causa de que algunos de sus compañeros (Brawn y compañía) habrían hecho la avivada de cerrar la vuelta con bandera amarilla. Lo que ha despertado el enojo del bicampeón asturiano que ya fue a protestar donde debía.
La de Japón fue una clasificación en la que daba la sensación que el que completaba la vuelta se aseguraba la pole. Tome esto como una apreciación simbólica por lo complicada que fue o irónica porque nadie podía hacer pie. Es que la tanda de la mañana, la primera sobre seco, le terminó quedando chica a este evolucionado circo que con seis protagonistas que nunca habían experimentado los desafíos de un Suzuka que nunca perdona.
Romain Grosjean, que clasificó 18°; Kazuki Nakajima, que a pesar de ser local quedó 17°, Jaime Alguersuari que al igual que Timo terminaron incrustados en los neumáticos, Buemi que acabó haciendo ofrendas de su Toro Rosso, y Heikki Kovalainen que también perdió el control de su McLaren en Degner durante la Q3, fueron los Rokkies que hoy se enfrentaban a la exploración de un circuito donde los que brillaron a lo largo de su historia fueron los Senna, los Prost, los Schumacher y los Hakkinen. Hablando de campeones me olvidaba, Lewis Hamilton tampoco conocía Suzuka pero vaya casualidad, terminó entre los tres primeros. Suzuka no se conquista en dos horas, lleva años, y aprenderlo tiene su precio. A no ser que uno sea especial, como lo está demostrando el moreno.

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