Y el dinero lo hizo otra vez, después nos quejamos y ellos mismos se quejan, (los responsables de la Fórmula 1 y la FIA), que a la máxima categoría del automovilismo mundial le falta espectáculo, ¡y que no le va a faltar si quienes son los encargados de brindar el espectáculo llegan de países sin tradición en la categoría reina del motor y bajo tremendas cifras de varios dígitos de millones bajo el brazo! Lamentablemente así estamos hoy, viendo como un piloto ruso ingresó al mundial de la especialidad de la mano del equipo Renault, del cual ya solo queda el nombre ante la salida en un 75% de la marca oficial, y como otro, que apenas supo manejar un auto de la GP2, llega a un equipo nuevo de Fórmula 1 bajo varios millones de dólares en patrocinio, que se estiman que sean casi 16 millones dejando de lado y fuera de competencia a un piloto que con esfuerzo se había ido solo a Europa a competir, donde ganaba todo ante los mejores pilotos de las distintas especialidades que hoy están en la Fórmula 1, estamos hablando del argentino José María López, quien años después desarrolló el auto campeón mundial 2005 y 2006, el mismo que Fernando Alonso se encargaba de llevarlo a la victoria. A mediados de 2009 pusieron varias personas allegadas al piloto un proyecto en conjunto con varias autoridades del ACA para llevarlo nuevamente al gran circo de la competición mundial. Durante meses se trabajó en las negociaciones que Bernie Ecclestone acudiendo Felipe McGough a varios grandes premios del mundial pasado para avanzar con las gestiones que lo llevarían al argentino a la escudería dirigida por Peter Windsor y Ken Anderson, el USF1. Luego de varias inspecciones a la sede, y una vez que los directivos de la FIA aprobaron la continuidad del proyecto, se procedió a firmar un contrato en la Casa de Gobierno de la Nación Argentina, donde junto a la presidente de la Nación y varios ministros, como así también aquellos encargados de gestionar el proyecto del cordobés, se dio a conocer ante todos la llegada de Pechito López al mundial de Fórmula 1, de la mano del USF1, quien había enviado a Windsor para la presentación oficial, un Windsor que allí mismo le confiaba a todos que llegarían sin problemas a Bahrein, a pesar de las dudas de Bernie Ecclestone. Durante semanas López trabajó sin cesar en su ejercicio físico para prepararse lo mejor posible, pero fue el 15 de Febrero donde el problema se desató por completo y allí todos se comenzaban a acordar de Ecclestone, como así también del propio Pechito, quien en una visita a la fábrica de Charlotte, él mismo vía comunicación telefónica le dijo a sus allegados que con lo que había construido difícilmente se pueda llegar a Bahrein. A partir de allí, comenzaron las huidas de inversionistas y patrocinadores del proyecto, que se hundía cada vez más al pasar de las horas. Al mismo tiempo, López comenzaba a negociar con el Campos Meta para ser piloto de titular, mientras se trataba de terminar su contrato con un equipo que se creó de la fantasía, donde creían que correr en Fórmula 1 era cuestión de unos pocos pesos. Las negociaciones que en ese tiempo se encaraban, era para que los equipos USF1 y Campos Meta se fusionaran, puesto que ninguno de los 2 llegarían por su propia cuenta y era mejor hacer una super estructura que comvinaba el apoyo económico del USF1 gracias a Chad Hurley y su sitio You Tube, y los monoplazas construidos de Campos, con el apoyo de Dallara, que los tenía listos pero sin entregar hasta que los mismos fuesen pagados. Cuando todo parecía que los equipos se fusionarían y permitirían a su vez el ingreso del Stefan GP al mundial, desacuerdos entre algunas partes del equipo USF1 terminaron con todas las posibilidades de fusión, y al mismo tiempo para que López compitiese en el mundial de Fórmula 1 2010. Finalmente, y cuando López se desvinculó de USF1, logrando que se devuelvan los 830.000 dólares que por ahora solo se había depositado, un 10% del total de lo pedido para que Pechito consiga la butaca, se intentó por el lado de Hispania Racing Team F1 Team, la nueva denominación del equipo ahora dirigido por José Ramón Carabante. Pero ante los millones de un piloto sin experiencia en la Fórmula 1, con un país sin tradición en el mundial y en la historia del deporte motor, las chances de López solo era ser piloto tester, algo que tampoco era malo sabiendo que se gastaría el 10% del presupuesto para ser piloto titular y además beneficiaría al piloto gracias a la nueva reglamentción de la FIA que exije a los equipos darle la oportunidad a los pilotos de pruebas de ensayar en 12 entrenamientos el Viernes anuales, con la gran chance que Pechito en alguna carrera protagonice su debut en la especialidad. Cuando el contrato estaba en manos de Felipe McGough, que se había trasladado a España junto con la prensa argentina para ver la presentación del monoplaza en Murcia, los dirigentes argentinos reciben la llamada de López padre diciendo que Pechito no correrá en este equipo y que de ese modo, no firmasen ese contrato, porque según él, su propio familia está algo triste mientras la cabeza de su hijo se quema al pasar las horas. De este modo, López termina con sus ilusiones de Fórmula 1, a la espera de saber que es lo que harán con su futuro, si desean quedarse en Europa para ver la posibilidad para el año próximo o regresar a la Argentina, donde según su padre nunca tuviera que haberse ido. Como lo dice el título, otra vez nos quedamos en la puerta.
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