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Por varios motivos. Porque el Sauber C29 ha ido muy bien en los test de pretemporada que se llevaron a cabo allí. Porque conoce el circuito de Barcelona mejor que nadie. Por haber nacido en esa ciudad, por haber crecido al lado del trazado catalán a la misma vez que España crecía en la F1.

Pese a que lleva más de una década dentro de la máxima categoría, Pedro sólo corrió cuatro veces en casa y no guarda buenos resultados. Tuvo su primera vez en 1999 con un Arrows llegando undécimo y posteriormente tres abandonos consecutivos. Luego la nada, su larga época de piloto probador de McLaren hasta llegar aquí, 2010 y una quinta oportunidad de correr ahora con un Sauber.

No obstante, el GP de España es muy especial para el barcelonés y debería servir para que pueda cortar el durísimo comienzo que está teniendo el equipo de Hinwill. Porque corre en casa y porque la escudería suiza tiene preparado un nuevo paquete aerodinámico.

"En el Gran Premio de España tendremos un nuevo paquete aerodinámico y espero terminar muy cerca o en los puntos. El pasado invierno hicimos aquí muy buenas pruebas y creo que nuestro coche se adapta mejor a Barcelona que a los que hemos rodado recientemente", manifestaba Pedro de la Rosa.

"He crecido en el centro de la ciudad de Barcelona y me gusta, porque en ella tienes de todo, la ciudad, el mar, la montaña y siempre muy buen clima. Mis padres tienen una casa de verano muy cerca de donde está el circuito y desde 1991 me gusta escuchar el fabuloso ruido de los motores de Fórmula Uno cuando vienen los equipos a entrenar," recuerda De la Rosa.

Y describe: "En 1991 corrí en Fórmula Renault en la primera prueba del circuito y mi primer Gran Premio fue en 1999. Es la mejor pista para probar los Fórmula Uno y es muy exigente para los coches, los motores y los pilotos. Me gusta mucho, la curva tres es muy rápida y muy larga, es una auténtica rompe cuellos".

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