Sólo una carrera ha necesitado el asturiano para conseguir su primera victoria con Ferrari y demostrar quién manda en el Gran Circo. En el desierto de Bahrein se impuso por delante de su compañero Felipe Massa y del inglés Lewis Hamilton.
Ni él ni el más optimista de su legión de seguidores pudo soñar un debut así: Primera carrera con Ferrari, primera victoria y una nueva página de la historia escrita. Los primeros 355 kilómetros del Mundial 2010 han sido sólo un anticipo de lo que nos espera hasta el próximo 14 de noviembre y en ella Alonso demostró que está dispuesto a recuperar el tiempo perdido en los últimos dos años.
En el desierto de Bahrein sumó su vigésimo segundo triunfo de su carrera deportiva, pero sin duda éste no será uno más en su palmarés. Aquí ha empezado a ganarse, si no lo había hecho ya, el corazón de los tifosi al convertirse en el cuarto piloto de la exitosa historia de Ferrari en conseguir la victoria en la carrera de su debut. Antes lo consiguieron Mario Andretti, en 1971, Nigel Mansell, en 1989, y Kimi Räikkönen hace tres temporadas. Y para desatar aún más la Alonsomanía, las estadísticas se ponen también de su lado: en los dos mundiales que ganó también consiguió la victoria en Bahrein y en los últimos veinte Campeonatos disputados, en 16 ganó el piloto que se adjudicó la primera carrera del curso.
El motor dio el susto
Sin embargo, el día no comenzó del todo bien que hubiera deseado la escudería Ferrari. Por la mañana decidieron sustituir el motor de los monoplazas de Alonso y Massa al detectarse algún parámetro diferente de lo normal. Esto hizo que los nervios propios de todo arranque de Mundial se multiplicaran por la incertidumbre de que se pudiese repetir dicho contratiempo en carrera. Pero Alonso se olvidó de todo al subirse en el F10 y sólo fijó su mirada en la primera frenada. Dicho y hecho: el asturiano decidió irse por fuera y en la siguiente curva consiguió adelantar a su compañero Felipe Massa. El primer objetivo de la carrera estaba conseguido, era segundo y sólo Vettel podía arrebatarle la gloria al asturiano.
Tal y como se pronosticaba la victoria sólo podía ser cosa de dos: el Red Bull de Vettel y los Ferrari de Massa y Alonso. El resto, salvo sorpresa mayúscula no saldría en la foto de los ganadores y así fue, tanto McLaren como Mercedes demostraron que están en un segundo escalón. El alemán partía desde la pole y vuelta a vuelta fue amasando su ventaja sobre los dos Ferrari. El Red Bull no era mucho más rápido que los monoplazas rojos, pero sí lo suficiente para ir metiéndole décima a décima. Alonso decidió parar en la vuelta 18 para cambiar los neumáticos y Vettel y Massa lo hicieron dos vueltas más tarde, lo que aprovechó el español para situarse a menos de tres segundos del líder de la carrera. Esta diferencia debía de ser más que suficiente para que Vettel se hiciera con la victoria, algo que había logrado en cinco de las seis veces de las que partió desde la pole, ya que la mayoría de pilotos optó por un único cambio de gomas y sólo un problema con los neumáticos o mecánico podía privarle del triunfo al joven alemán.
Y sucedió lo que nadie esperaba
El asturiano supo esperar su momento, y tras acechar a Vettel durante toda la carrera, asestó el golpe definitivo en la vuelta 34, en la que se asaltó el primer puesto, de donde no se bajaría hasta el final. Unas vueltas antes el Red Bull había confirmado los peores presagios y la falta de fiabilidad se hizo evidente en el peor momento. El monoplaza de Vettel estaba sufriendo una alarmante pérdida de potencia por un problema en los escapes y, primero Alonso y después Massa y Hamilton, lo aprovecharon para darle buena cuenta. En un momento pasó de estar luchando por la victoria a verse fuera del podio final.
Alonso ni se inmutó con el adelantamiento y siguió rodando como un auténtico reloj, calcando sus tiempos. Durante quince vueltas saboreó por adelantado una de las victorias más especiales para el bicampeón del mundo. Habían sido muchos meses, concretamente 17 meses sin subirse a lo más alto del cajón (la última fue en Japón 2008) y sin colocarse como líder del Mundial (desde Mónaco 2007), y el asturiano sabía que no podía dejar pasar esta oportunidad. No había mejor manera de comenzar su andadura en Ferrari que ya desde las primeras de cambio les estaba asestando un importante golpe a la moral de sus rivales, incluido su compañero Felipe Massa, y de paso desatar la euforia de su legión de seguidores y la suya propia. Ya saben, quien da primero, da dos veces.
En lo que se refiere a la actuación española en Shakir, Pedro Martínez de la Rosa, que se subía tras mucho tiempo a un coche oficial, ofreció la de arena tras verse obligado a abandonar el primer Gran Premio de la temporada en la vuelta 29 por un fallo hidráulico en su Sauber. Mientras que Jaime Algersuari (Toro Rosso) finalizó en decimotercera posición tras equivocase con una estrategia a dos paradas. Por último, Hispania Racing vio como ninguno de los dos pilotos pudieron finalirzar la carrera, ya que tanto Chandok como Senna abandonaron durante la carrera. Pese a todo, la escudería española había conseguido ya la victoria al conseguir poner a sus dos monoplazas en pista después de todas las dificultades vividas durante la pretemproada.
El próximo asalto del Mundial 2010 se vivirá del 26 al 28 de marzo en el circuito de Melbourne y en eurosport.yahoo.es se lo llevaremos en directo. Antes no se olviden de visitarnos para informarse del campeonato más espectacular de la historia.
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